Termina una temporada cargada de sentimiento y pasión por los colores blanquiazules. Un equipo que dio todo lo que tenía durante las 42 jornadas de LaLiga SmartBank y los cuatro encuentros de promoción de ascenso.
Con más de 22.000 espectadores en las gradas del Heliodoro Rodríguez López, CD Tenerife y Girona FC tenían 90 minutos por delante para decidir quién ascendería a la máxima categoría del fútbol español.
El equipo local, alentado por los suyos desde horas antes del inicio del partido, demostró por qué estaba disputando la final de los play-off a LaLiga Santander. Luis Miguel Ramis decidió repetir con los mismos 11 futbolistas que tan buenos resultados habían dado ante la UD Las Palmas y el conjunto catalán en la ida.
Se repitió el mismo guion visto una semana antes en Montilivi, con el Girona FC teniendo la pelota pero sin generar peligro real sobre la portería defendida por Juan Soriano. Lo intentó Jérémy Mellot desde lejos enviando la pelota al exterior del palo (9’). Fue el mismo defensor francés el que asistiría a Mario González, que en un mano a mano con el guardameta visitante no acertó entre los tres palos (30’).
Minutos más tarde sería Enric Gallego, a la media vuelta, quien enviaría el balón por encima del travesaño (36’). Intervino el portero del CD Tenerife ante el duro golpeo de Samu Saiz desde la frontal (39’).
En la siguiente jugada, un disparo visitante terminó tocando en la mano de un defensa blanquiazul dentro del área. Stuani no falló y adelantó al equipo catalán (0-1, 41’). Comenzó la segunda mitad con varios intentos del CD Tenerife, por medio de Aitor Sanz (52’) y José León de cabeza (57’).
Los futbolistas de Luis Miguel Ramis querían el empate, y lo consiguieron. Los jugadores insulares movieron la pelota en el lateral del campo hasta que Álex Corredera, con un preciso centro al segundo palo, encontró la cabeza de Carlos Ruiz. El central tinerfeñista remató con todo para devolver la igualdad al marcador (1-1, 59’).
Un desajuste local, diez minutos después del empate, provocó que los visitantes volvieran a distanciarse en el electrónico (1-2, 68’). Se volcó el CD Tenerife, y toda su afición, en empujar sobre la portería rival. Con apenas veinte minutos de partido, los jugadores blanquiazules merodeaban constantemente el área del Girona FC. Sin embargo, una falta lateral terminó sentenciando el encuentro en su recta final (1-3, 79’).
No pudo ser en una temporada marcada por el esfuerzo colectivo de un grupo unido y unos aficionados entregados a su equipo. Un momento duro y difícil, pero todos nos levantaremos y prometemos que volveremos a intentarlo unidos.
GRACIAS A TODOS
