Un curioso fenómeno ha tomado protagonismo esta temporada en Costa Adeje: algunos turistas están pasando la noche en las hamacas de los hoteles para asegurarse un lugar privilegiado junto a la piscina.
Las imágenes, grabadas recientemente en el hotel GF Fañabé, muestran a varios huéspedes durmiendo sobre las tumbonas, pese a que el precio de la estancia alcanza 260 € por persona y noche. La paradoja: prefieren pasar la noche al aire libre antes que disfrutar de sus lujosas habitaciones.
El fenómeno responde a la alta demanda de tumbonas en temporada alta, lo que ha llevado a los turistas a estrategias extremas, desde colocar toallas muy temprano hasta quedarse dormidos en la zona de la piscina. “Es un círculo vicioso: algunos duermen allí para marcar territorio y otros sienten que, si no hacen lo mismo, perderán su sitio”, comenta un huésped británico que presenció la escena.
Los hoteles han comenzado a tomar medidas para evitar conflictos: retirar toallas desatendidas, limitar los tiempos de ocupación y asignar tumbonas numeradas o por habitación. Sin embargo, el fenómeno continúa, generando debate sobre el impacto del turismo masivo en la isla y la saturación que viven algunos destinos durante la temporada alta.

