Los afectados por los devastadores efectos de la tormenta Dana en Valencia han expresado su descontento ante las condiciones de alojamiento que se les han proporcionado.
Tras el paso del temporal, que dejó a numerosos residentes sin hogar, muchos de los damnificados han sido ubicados en pabellones y otras instalaciones temporales, lo que ha suscitado críticas y un sentimiento de desamparo entre los desplazados.
Los damnificados consideran que las instalaciones en las que están albergados no cumplen con los estándares de comodidad y privacidad necesarios.
Al mismo tiempo, cuestionan la decisión de ubicar a otros colectivos, como inmigrantes, en hoteles mientras ellos permanecen en albergues temporales. Esta diferencia en el trato ha generado una percepción de desigualdad en la gestión de recursos y una demanda por un trato más equitativo en momentos de crisis.
“Entendemos que la situación es complicada, pero sentimos que no se nos está tratando de manera justa. Hemos perdido nuestras casas y necesitamos un lugar digno para vivir mientras encontramos una solución permanente”, comentó uno de los afectados.