La tensión crece tras el suceso en el que un hombre con problemas de salud mental resultó herido después de que agentes de la Guardia Civil y la Policía Local hicieran uso de sus armas reglamentarias. El afectado, que recibió varios disparos, permanece hospitalizado.
En las últimas horas, la familia del herido ha anunciado su intención de presentar una denuncia por lo ocurrido, al considerar que la intervención fue desproporcionada. Los allegados reclaman que se investigue a fondo la actuación policial y que se esclarezcan las circunstancias exactas en las que se produjeron los disparos.
Fuentes oficiales explican que el hombre se encontraba en un estado de gran agitación y que habría puesto en riesgo la integridad de los agentes y de terceros, lo que llevó a la actuación. No obstante, el caso está ya en manos judiciales y será la investigación la que determine si hubo uso adecuado o excesivo de la fuerza.
El suceso ha reabierto el debate sobre los protocolos de actuación frente a personas con trastornos mentales, así como la necesidad de reforzar los recursos sanitarios y sociales para atender estas situaciones antes de que deriven en hechos violentos.