Eso sí, requerirá de una mayor atención ya que hasta los dos años se consideran prematuros y por tanto deben pasar por más revisiones que otros bebés. “Ahora se trata fundamentalmente de tiempo, controles periódicos y mucha estimulación en casa y rehabilitación general, como hacerle mover la cabeza, las piernas, jugar mucho con él, en definitiva, estimularlo física y neurológicamente”, explica el doctor Álvaro Suárez, su pediatra desde el mismo momento de su alumbramiento, ya que en el Hospital Vithas Las Palmas siempre hay un pediatra en los nacimientos.
Y no fue un parto sencillo. “Se me rompió la bolsa, estuve una semana ingresada hasta que finalmente di a luz, con la asistencia del doctor Ramón Santana, a Dylan, que nació con 27 semanas y dos días de gestación y 1,150 kilos”, explica la madre, Mirella del Pino Rivero. Reconoce, al igual que el padre, Kevin Padrón, sentir hoy con el alta, sentimientos encontrados. “Estamos contentos por todo lo que ha avanzado pero nerviosos por irnos, a ver qué tal va todo en casa”, explicaba.
Las horas previas se desarrollan con cierta normalidad entre bromas y gestos de complicidad tras tanto tiempo compartido y dos cumplemeses celebrados en compañía del equipo comandado por el doctor Francisco Domínguez con Silvia Marques como supervisora de enfermería. Todos los días estos bebés requieren de una estrecha vigilancia y monitorización. El objetivo es un abordaje integral de todos los sistemas del prematuro para garantizar su completo desarrollo sin incidencias.
Hoy no es una excepción. Dylan supera todos los criterios. Su peso justo antes del alta es de 2,300 kilos. Aplausos y risas mientras se le suministra vitamina D y hierro previamente a su último baño en la unidad. Lejos quedó tener que limpiarle el ombligo o cambiarle el pañal en la incubadora. Tras el baño es el momento de comer y acicalarse para su primera salida a la calle desde su nacimiento.
El doctor Suárez les da todas las indicaciones precisas para las próximas semanas, las fechas de revisiones y contesta a todas las dudas que puedan tener. Las matronas aparecen para despedirse y lo mismo sucede con Pablo, otro bebé que compartió hospitalización con Dylan. Sus padres, Alejandro y Laura, aseguraron que vendrían con Pablo a celebrar el alta de Dylan y han cumplido su palabra. “Aquí nos convertimos todos en una familia, tanto entre los padres como con el equipo que compone la unidad”, explican.
Por ello, Kevin y Mirella coinciden en que repetirían mil veces la elección del Hospital Vithas Las Palmas para su parto. La espera al alta en esta UCI Neonatal, única en la sanidad privada canaria, con acceso abierto 24 horas e información disponible en cualquier momento, siempre es más llevadera.
