El Museo Arqueológico de Fuerteventura forma parte del proyecto iniciado por un grupo de arqueólogos para estudiar, por primera vez, la violencia física en los majos. Una investigación que, a través del análisis de traumatismos en restos óseos, permitirá seguir reconstruyendo las formas y condiciones de vida de las poblaciones del pasado.
Los trabajos son realizados por un equipo especializado formado por miembros del Museo Canario, el Servicio de Patrimonio Histórico de Gran Canaria y Tibicena, mediante el análisis de restos óseos procedentes de los fondos del MAF.
El consejero de Museos de Fuerteventura, Rayco León, pone en valor una investigación que va a permitir ahondar aún más en la sociedad aborigen de la Isla, mediante el análisis de los patrones de violencia y determinando los contextos históricos en los que se desarrollaron estas prácticas.
Las fracturas de los restos óseos se identifican en función del momento en que se produce la fractura (previa, durante o después de la muerte) y el tipo de mecanismo causante. Además, entre otros parámetros, se caracteriza bioantropológicamente a cada uno de los individuos por sexo, con el objetivo de contribuir al conocimiento de las relaciones sociales de género, y por edad para indagar en los roles que pudo jugar este factor en la organización de la sociedad.
Entre los restos arqueológicos analizados se incluyen los procedentes de una cueva sepulcral del barranco de los Canarios (Pájara), los de la cueva de Villaverde (La Oliva) o Punta Caletones (Betancuria). También se encuentran hallazgos casuales de otras zonas de importancia, como la montaña del Cardón, Tirba, el barranco de Pecenescal, cueva de Esquinzo en Tindaya, la dehesa de Huriamen y otros puntos de la isla. Asimismo, se estudian y analizan los restos del pueblo majo que han vuelto a Fuerteventura del Museo Canario y del Museo Arqueológico de Tenerife y que actualmente forman parte de la exposición ‘De Vuelta a Casa’ del MAF.
El estudio es realizado por personas especializadas en el ámbito de la arqueología, la bioantropología, las prácticas funerarias y el tratamiento estadístico de datos: Verónica Alberto Barroso, arqueóloga de Tibicena, Arqueología y Patrimonio; Teresa Delgado Darias, conservadora del Museo Canario, y Javier Velasco Vázquez, técnico del Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria.