El municipio de Haría con su bello palmeral, tiene una singularidad que lo distingue en Lanzarote,
sin lugar a dudas. Hay que decir que el tiempo pasa y deja huella en los lugares y en las personas,
pero debemos siempre vivir en el presente. La realidad actual es que, utilizando el término acuñado
por el filósofo Zygmunt Bauman al hablar de “modernidad líquida”, nunca antes se habían dado
tantos cambios tan significativos en tan poco tiempo. Nos enfrentamos a un mundo cambiante. No
podemos abordar los problemas actuales con las mismas herramientas que en el pasado. En materia
de política, sin duda se necesita una revisión de lo que supone. Se trata de una ciencia que aborda
cómo dirigir un país, una región, un municipio. Lamentablemente se ha desvirtuado mucho su
sentido. Si nos situamos en el municipio de Haría, vemos que en tiempos de democracia ha habido
un monopolio del ámbito político por parte de Coalición Canaria (CC) y del Partido Socialista
Obrero Español (PSOE), sobre todo del primero. Sin duda ambos han tenido aciertos y se les
reconoce, pero hay que aportar soluciones a los nuevos problemas que surgen y no quedarse en el
inmovilismo y en el estancamiento. Entre los aciertos está la residencia de mayores, el mercadillo,
el tanatorio…
Por otro lado, los que pretenden patrimonializar el sentido de pertenencia a Canarias, el sentimiento
nacionalista, deben tener en cuenta el concepto de diversidad que caracteriza a la población canaria
y a la isleña, por supuesto. Como dije al empezar el artículo, realmente el nuevo escenario al que
nos enfrentamos requiere de nuevas soluciones, de una mirada fresca. Para empezar ya no se dan
mayorías absolutas como en el pasado. Ahora nos encontramos con una fragmentación de los
grandes bloques tradicionales de la derecha y de la izquierda. Antes, los partidos querían acercarse
al centro, pero ahora se ha dado una tendencia a definirse de forma clara en un lado u otro.
Irremediablemente, el pacto es necesario en este escenario.
En el caso del municipio de Haría, vemos cómo ha habido poca o nula capacidad de negociación
para lograr una estabilidad en el gobierno municipal. El partido más votado en las elecciones de
2019 fue CC, sin embargo, asumió la alcaldía el candidato socialista tras acordar que durante los
dos primeros años gobernaría el PSOE y los dos últimos años del mandato gobernaría CC.
Posteriormente, el candidato socialista se enfrentó a una moción de censura que dio lugar a un
acuerdo según el cual primero gobernaría CC y luego la PH (Plataforma de Haría). En estos
momentos, gobierna CC, pero en julio el bastón de mando pasará a la PH. Se da además la
circunstancia de que la alcaldesa que asumió el cargo, la primera mujer en ostentar la alcaldía en el
municipio, se dio de baja por maternidad poco después de asumir el cargo. Por lo tanto, apenas ha
sido regidora del municipio. Ha sido sustituida por otro miembro del equipo de gobierno de su
partido, en concreto por el segundo teniente de alcalde, hasta su reciente reincorporación.
Analizando la situación, no es difícil entender que en este contexto no se puede gobernar, se
necesita tiempo para acometer cambios, emprender iniciativas. Lo que debemos preguntar es: ¿esos
políticos que no han sido capaces de llegar a acuerdos que garanticen una estabilidad en el equipo
de gobierno del municipio merecen la confianza de los vecinos? Volviendo al tema que expresé con
anterioridad sobre el sentido de la política, el deber de los mandatarios es servir al pueblo y obrar
siempre pensando en el servicio a los ciudadanos, en este caso a los vecinos del municipio. El
compromiso con objetivos que garanticen el bienestar y el progreso del municipio debe ser el
principio rector de todo lo demás.
Mientras se dan estas luchas, se observa un municipio donde hay áreas que funcionan bien, como
puede ser deportes, festejos, artesanía, folclore… y podemos deducir que son áreas afines al perfil
de los miembros del equipo de gobierno, pero no es así en otras importantes donde podría haber
intervenciones muy provechosas. Me refiero a la educación ya que se puede ampliar la oferta
educativa; la cultura; también promoviendo la investigación; la conservación del patrimonio
arquitectónico que está deteriorándose de una forma preocupante; el impulso del tejido productivo
como el sector agrícola y ganadero con los planes estratégicos que correspondan, y la hostelería.
Además, se debe mejorar la eficacia en las gestiones propias de la administración municipal. Urge
desbloquear los obstáculos para la remodelación de los edificios, así como la construcción de
nuevas edificaciones. Para lograr mayor agilidad y eficacia se precisa de capacidad de negociación
y diálogo con los agentes que correspondan, en este caso el Cabildo de Lanzarote.
Me gusta el concepto de Ayuntamiento como empresa pública que oí nombrar a un alcalde de la
isla. Así se debe concebir. Ese concepto dice mucho del compromiso con una gestión adecuada de
los recursos.
Por otro lado, hay una realidad que debe ser tenida en cuenta de forma prioritaria y es el
envejecimiento de la población. Las estadísticas reflejan que, de un total de 5.692 personas
censadas en el Municipio, el grupo de población menor de 60 años asciende a 4.055 personas,
mientras que los mayores de 60 años alcanzan la cifra de 1.637 personas. Estamos hablando de que
prácticamente el 29% de la población del municipio está por encima de los 60 años. A la vista de
los datos urge contar con planes de atención específicos al grupo de edad que se encuentra en el
rango más alto.
En definitiva, se debe asumir el compromiso de servir a los vecinos, ser cercanos a ellos, hablar,
dialogar, estar a pie de calle, conocer sus necesidades y sobre todo tener vocación de servicio.
Como decía al principio del artículo, una nueva realidad demanda nuevas estrategias, demanda
renovación. VOX se compromete a sumar, a perseguir la estabilidad en el equipo de gobierno para
que pueda dar un mejor servicio a los vecinos que les saque de la situación de estancamiento a la
que se ha llegado. Por último, VOX siempre demostrará su compromiso con el bienestar social y
económico de los vecinos del municipio.
