La ciudad cerró mayo con más de 97.000 pernoctaciones y 30.000 viajeros, superando con creces los datos de 201 e igualando los indicadores previos a la pandemia
El 65,6 % de los viajeros entrados en mayo a la ciudad fue público español y el 34,4 %, viajeros extranjeros
La capital grancanaria registró entre enero y mayo de 2022, 577.066 pernoctaciones y 159.659 viajeros alojados, superando en ambos casos los datos de 2021, con un acumulado entonces de 234.286 pernoctaciones y 77.887 viajeros entrados
Las Palmas de Gran Canaria, viernes 1 de julio de 2022.- Primavera es una estación determinante para evaluar el estado del sector turístico en la capital grancanaria, por cuanto es el momento en el que se entra en la temporada baja para los mercados extranjeros y adquiere una mayor relevancia el viajero español. Y el canario. Este último ha tenido un peso importante en la estadística de mayo, según los datos del Sistema de Inteligencia del Turismo Sostenible de Las Palmas de Gran Canaria. La capital grancanaria, con todo, se reafirma como un destino urbano pujante en este tramo del 2022, para distintos públicos y con una tendencia muy similar a lo que se vivía antes de la pandemia.
Pernoctaciones
En pernoctaciones, Las Palmas de Gran Canaria registró en mayo un total de 97.083 noches de hotel contratadas. Esto es, 57.421 más que en el mismo mes de 2021, y con unos registros que igualan el estado del sector en la ciudad antes de la crisis sanitaria. En concreto, un 0,9 % menos de noches de hotel y apartamento contratadas que lo contabilizado en mayo de 2019.
En el acumulado del año, las pernoctaciones hasta mayo suman 577.066, más del doble que lo que se llevaba registrado a la misma altura de 2021 que acumuló 234.286 noches de hotel (+146’3%). Y un 1,3 % más que lo que se había
quedado en la estadística tras los cinco primeros meses de 2019.
El concejal de Turismo, Pedro Quevedo, apuntó que “la ciudad y el sector están respondiendo de forma muy positiva. No buscamos cifras récord de turistas sino un crecimiento sostenible, adecuado a los servicios, oferta y la propia identidad de la Las Palmas de Gran Canaria y sus residentes. El comportamiento de la demanda y la oferta ha permitido que la primavera haya tenido niveles de ocupación más que razonables y esperamos que el verano continúe en la misma línea, sobre todo con turismo canario y peninsular, a la espera de la temporada alta”.
Viajeros
En cuanto a los viajeros entrados en la ciudad, en mayo sumaron 30.312, un 50 % más que en el mismo mes de 2020…. Y un 2,4 % más que en mayo de 2019. Su estancia media se situó en los 3,2 días, cuando hace un año estaba en los 2,8. Eso sí, supone un ligero descenso (del 3,2 %) con respecto a la tendencia de 2019.
También se dobla con diferencia la cifra de viajeros acumulada en los cinco primeros meses del ejercicio, con 159.659 respecto a las 77.887 de 2021, concretamente un aumento del 105%. El dato es ligeramente inferior (en un 2,7 %) al acumulado hasta mayo en 2019.
En temporada baja para el turismo foráneo, el 65,6 % de los viajeros entrados en mayo a la ciudad es público español. Con todo, se conserva un impacto del 34,4 % de viajeros extranjeros. El Reino Unido (un 13,4 %), Alemania (un 12,6 %) y Francia (un 9,3 %) son los principales mercados emisores. Del total de nacionales, un 41 % son canarios, con lo que se subraya la importancia del turismo interior en la primavera. Estas tendencias son habituales a medida que se acerca el estío: en cada abril es cuando el turismo extranjero cede importancia al español en la capital grancanaria.
En lo que atañe a la tarifa media por habitación en la ciudad, esta se sitúa en mayo en los 68,80 euros por habitación. Esto es, un 6 % más que en el mismo mes de 2021. Y un 10,8 % más que en mayo de 2019.
El RepVar (Revenue Per Available Room, en inglés: ingresos por habitación disponible) se colocó en mayo en la ciudad en los 39,03 euros: un 53 % más que en 2021. Y prácticamente lo mismo que en el mismo mes de 2019 (un 0,1 % menos).
En la perspectiva general, el sector turístico del destino urbano Las Palmas de Gran Canaria afronta el incierto escenario económico en el futuro inmediato con una recuperación confirmada. La ciudad vive prácticamente en las mismas constantes turísticas que en el año previo al estallido de la crisis de la COVID, con una renovada planta alojativa y con su capacidad de atracción intacta para seguir cautivando a distintos perfiles de visitantes.
