La moción será defendida por la concejala Carmen Peña en la sesión plenaria del próximo jueves 14 de noviembre, y en ella se recogen multitud de realidades a las que este alumnado se enfrenta a diario, como la inexistencia de pavimento y alumbrado, la abundancia de basura y suciedad en la calle, la proliferación de especies invasoras como el rabo de gato o incluso determinadas situaciones de acoso sexual.
En este sentido, Peña explica que “el estudiantado residente ya ha acudido tanto al Rectorado como al Vicerrectorado de la Universidad de La Laguna, y también han avisado al Ayuntamiento ante determinadas situaciones, pero nadie ha actuado” y subraya que “ya son varios los años que llevan soportando y denunciando esta situación”.
Además, Peña señala que “el problema se agrava por la reciente eliminación de la línea 610 Circuito Universitario de Titsa”, ya que “anteriormente la guagua recogía al alumnado en la puerta de la residencia y los dejaba en los distintos campus, pero ahora tienen que ir en Tranvía, cuya parada se encuentra a diez minutos caminando desde la residencia, viéndose obligados a afrontar situaciones muy desagradables e incluso peligrosas”.
“Los y las estudiantes que viven en la residencia Parque de Las Islas también son vecinos y vecinas de nuestro municipio —recalca Peña—, y como tal merecen un entorno cuidado y tranquilo para poder hacer su vida universitaria”, de hecho, “muchos de ellos comentan que les da vergüenza recibir visitas de familiares por el estado en que se encuentra el entorno”.
Una de las residentes que lleva años denunciando esta situación es Laura Padrón. Según relata, “el camino desde la residencia hasta la parada del Tranvía atraviesa un descampado de tierra sin iluminación, y muchas veces nos vemos obligadas a recorrerlo de noche; sin ir más lejos, para llegar a clase a primera hora” y añade que “de hecho, tenemos que llevar nuestra propia linterna, y alguna compañera ya se ha hecho un esguince”.
“También tenemos otra compañera que una vez fue perseguida por un hombre —prosigue Laura—, y tuvo que llamar por teléfono rápidamente a una amiga para que la acompañara”, pero lo más grave es que hasta “en varias ocasiones hemos visto a un hombre masturbándose en el camino”, afirma la residente.
Asimismo, Laura indica que “el camino desde la residencia hasta la parada del Tranvía está lleno de basura y suciedad, nunca vemos pasar barrenderos. También hay muchos coches abandonados que la gente va destrozando poco a poco para robar las piezas y todos los cristales se quedan rotos en el suelo”.
Por último, Laura afirma que “hay tramos en los que la vegetación invade la acera y tenemos que caminar por la carretera, por no hablar de la plaga de rabo de gato, que en esta zona está descontrolada. Ya una vez hubo un incendio en una parcela colindante con el camino, precisamente por la falta de limpieza y la acumulación de basura”.