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La juventud grancanaria cree en su futuro

Costura y diseño, electricidad básica, redes sociales, salud sexual o la preparación de currículums fueron algunos de los talleres formativos impartidos en esta Feria que también contó con actividades de teatro o scape rooms, charlas y stands informativos

by Aridani

La quinta edición de la Feria Insular de la Juventud #RUMBO2023, organizada por la Consejería de Educación y Juventud del Cabildo de Gran Canaria, se celebró esta semana en INFECAR con gran éxito de participación y cumpliendo una vez más las expectativas de los más de 1.500 jóvenes que asistieron desde los veintiún municipios de la isla. En esta ocasión, en condiciones de normalidad prepandemia de COVID-19 y con la participación de una treintena de centros educativos y asociaciones juveniles para, entre otras cosas, dotar al alumnado de herramientas y estrategias prácticas que les permitan desarrollar habilidades profesionales y personales para el futuro. Talleres, charlas, stands informativos y espacios temáticos y de ocio saludable conformaron un programa con el fin de que los chicos y chicas tejieran redes y compartieran experiencias mientras conocieron iniciativas y realidades vinculadas al empleo juvenil.

“No es lo que ponemos sino cómo lo hacemos”, asevera sorprendida Natalia Santana, de 17 años y natural de Las Palmas de Gran Canaria, mientras aprende a realizar el que será su primer currículum en su incipiente trayectoria laboral. Quiere ser profesora de Primaria y gracias a uno de los talleres impartidos en la quinta Feria Insular de la Juventud, celebrada miércoles y jueves en INFECAR bajo el lema #Rumbo2023, ha sido capaz de conocer qué es en lo que se fijan los reclutadores de talento, sobre todo ahora cuando hay mucha competencia. “He aprendido a colocar la información de forma que capte la atención y sea llamativo”, señala. La selva laboral no desanima a esta joven estudiante del IES Feria del Atlántico ni a sus compañeros, que también quisieron prepararse para situaciones tan cotidianas como el pago de facturas en el banco o la solicitud de hipotecas, “aunque no sabemos si nos la concederían”, bromeó Aarón Sánchez. Este veinteañero vive con sus padres en el barrio de Schamann hasta que “encuentre un trabajo que le permita emanciparse”. Él, al igual que otros 1.500 jóvenes de centros educativos y asociaciones juveniles de Gran Canaria, han ayudado al Cabildo a conseguir que, una vez más, esta edición de la Feria de la Juventud sea un éxito a la hora de dotar a los chicos y chicas de la isla de las herramientas necesarias para desenvolverse en el día a día.

“En los talleres se les ha dado pautas, orientación e información no solo para que sepan a qué dedicarse profesionalmente cuando finalicen la educación obligatoria, sino para que también sean capaces de resolver trámites o situaciones cotidianas que se van a encontrar en el ámbito personal”, explica la consejera insular de Educación y Juventud, Olaia Morán, área que organiza este evento. A la par que recuerda a algunos de los chicos con los que se topa en los diferentes stands de la feria que en ella podrán disponer de “formación e información” de todos los proyectos y actividades que se están llevando a cabo en los municipios de la isla, a la vez que podrán conocer la oferta de ciclos formativos y de las universidades.

Con alicates y cable en mano pillamos a Sara Hernández, una de las pocas estudiantes que recalan en el taller de electricidad básica y que ha acudido por su cuenta a esta feria. Aterriza en él casi por casualidad porque “no le interesaba”, pero ahora se le “ha encendido el bombillo mientras descubre cómo utilizar el cuadro de palancas y los enchufes”, lo asegura mientras ríe. Daniel Gil, su monitor, reconoce que esta profesión sigue siendo eminentemente de hombres, pero cada vez hay más mujeres que se animan y deciden probar un trabajo para el que siempre se necesita mano de obra. “Tiene muchas salidas y no encontramos a gente formada”, lamenta.

A la izquierda y separados por tan solo unos metros, está uno de los stands que más expectación genera de los 15 talleres que completaron una agenda que también incluyó actos culturales, conferencias y espacios de ocio saludable. “Todo lo que tiene que ver con el sexo siempre llama mucho la atención, sobre todo entre los adolescentes”, señala Juan mientras enseña a Rocío y Laura, dos estudiantes del IES El Calero, las principales enfermedades de transmisión sexual. “Aunque tenemos todo al alcance de la mano en internet con tan sólo un clic, nos hemos dado cuenta de que sabemos muy poco y que debemos tener más precaución”.

Sus palabras las escucha Carlos, otro compañero de clase que también ha mostrado interés por el curso que se impartió sobre adicciones y consumo de alcohol. En él pudo comprobar cómo es la sensación de “pasarte con las copas”. “Me tambaleaba constantemente”, reconocía. Y al debate se une Adriana, que cree que “por beber los fines de semana cuando sales de fiesta no te conviertes en adicto”. El profesor que les acompaña escucha la conversación y decide intervenir para resaltar “lo importante que son los eventos como esta Feria en la que se exponen ejemplos y experiencias personales para que los chicos se den cuenta de que la vida no es tan fácil”.

En las dos jornadas de feria, los jóvenes de entre 14 y 30 años han podido conocer también el engranaje del motor de un coche, las principales señales de tráfico, cómo zurcir el vuelto de un pantalón o los ingredientes de un buen potaje canario. Todo, mientras disfrutaban de otras actividades como karts, juegos canarios, inteligencias múltiples o voluntariado. Esto último, de la mano de Cruz Roja. La ONG se encargó, además, de hacer caer en la cuenta a los que pasaban por su stand del “largo camino que aún queda para conseguir la igualdad real y plena”. Lo manifiesta Armiche Díaz, un joven voluntario que mostraba a algunos adolescentes “la cantidad de micromachismos que se utilizan a diario y que agrandan la brecha entre hombres y mujeres. “Esta asignatura es un coñazo, sólo con esta frase conseguimos que se les abran los ojos y se den cuenta de que siempre relacionamos el órgano sexual de la mujer con lo malo y el masculino con cosas positivas”, apostilló.

Los agentes sociales y políticos y los trabajadores que se implican con los más jóvenes también tuvieron oportunidad de participar en el Foro de Juventud Tagoror que se celebró paralelamente ayer viernes. Con la ponencia del experto en participación y proyectos juveniles Achamán Cruz pudieron reflexionar y disertar sobre la “ligera crisis que actualmente tienen los profesionales para que los más jóvenes se impliquen en determinados proyectos”. “La nueva condición juvenil está obligando a transformar las políticas de juventud y es necesario acabar con la poca planificación que llevamos arrastrando de forma histórica”, confesaba este divulgador ante la atenta mirada de los asistentes y mientras aprovechaba la oportunidad para demandar un aumento de los recursos que se destinan a estas políticas. “Es el gran reto que tenemos por delante porque, aunque hay voluntad, se actúa a golpe de improvisación”, insistió. Una demostración de la eficacia de esas políticas ha sido una vez más esta feria organizada desde Educación y Juventud que ha permitido a muchos jóvenes grancanarios diseñar el rumbo de sus vidas y a creer en su futuro.

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