El candidato a la Alcaldía y portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Francis Candil, ha puesto sobre la mesa la necesidad de ayudar a los propietarios cuyas viviendas tienen más de medio siglo a rehabilitar sus edificios. Según el edil, el 60% del parque de viviendas de la capital tiene más de 50 años, lo que supone que más de la mitad de los edificios de Las Palmas de Gran Canaria estén envejecidos y carezcan de la puesta a punto para cumplir con los parámetros que exige la normativa de vivienda actual.
Así lo ha dicho durante una reunión mantenida con el Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Las Palmas, en la que han participado el candidato de Coalición Canaria al Parlamento de Canarias por la isla de Gran Canaria y secretario insular de CC Gran Canaria, Pablo Rodríguez; la candidata de Coalición Canaria a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria y diputada en el Congreso, María Fernández; la presidenta del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Las Palmas, Rosario Molina; así como el vicepresidente y la secretaria del Colegio, Luis Bittini y Encarna Rosa Martín, respectivamente.
Francis Candil sostiene que el envejecimiento del parque residencial de viviendas en la ciudad es “mayúsculo, por lo que ya no se puede mirar hacia otro lado. Ahora toca afrontar este objetivo en los próximos años, con un nivel de inversión que no tiene precedentes en la isla. Esta actuación tiene que servir para mejorar las estructuras de los edificios, muchos de ellos con grandes desconchones, arreglar las canalizaciones, la electricidad, la instalación o la sustitución de ascensores, mejorar los accesos a los edificios o pintar las fachadas, entre otras muchas cosas”.
El candidato de Coalición Canaria a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria señaló: “Nos encontramos con edificios en medio de la ciudad más poblada de toda Canarias que se están convirtiendo en infraviviendas. El Ayuntamiento, en este caso, no ayuda a los propietarios a asumir el gasto que supone el mantenimiento y puesta a punto de los mismos. Hay que tener en cuenta que quienes viven en ellos son, generalmente, pensionistas que adquirieron su vivienda hace más de medio siglo. A ellos les es imposible asumir una derrama para arreglar sus edificios porque no llegan con su escasa pensión. Por ese motivo el Consistorio debe echar una mano, pero el alcalde Augusto Hidalgo no se ha preocupado por el tema en los ocho años que lleva gobernando”.
Por su parte, la candidata de Coalición Canaria a la presidencia del Cabildo de Gran Canaria, María Fernández, indicó que la Institución insular destina, a día de hoy, menos del 1% de su presupuesto a la rehabilitación de viviendas y dijo: “El Cabildo tiene que apostar con más dinero y mayor respaldo, porque cuenta con capacidad, fondos económicos y recursos humanos para poder hacer frente a esta realidad”.
Además, la diputada añadió: “El deterioro del parque de viviendas afecta a miles de familias canarias y a su seguridad, porque en ocasiones hablamos de edificios casi en ruinas. La Administración Pública tiene que respaldar a los propietarios con ayudas y subvenciones, sin embargo en los últimos cuatro años tan solo han puesto en marcha una sola línea de financiación, relativa a los fondos Next Generation, con lo cual ha sido una legislatura perdida”.
Por su parte, la presidenta del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Las Palmas, Rosario Molina, cercioró que existe un deterioro importante en Las Palmas de Gran Canaria, así como en otros municipios de la isla, y señaló: “Desde el Colegio estamos detectando que hay mucha obra que realizar en los edificios porque están viejos. Hay que cambiar bajantes generales, hay que hacer fachadas, cubiertas, baja tensión, etc, porque los edificios de 5o años no cumplen con la normativa vigente. Los propietarios se ven incapacitados de absorber esa carga económica tan grande”.
Asimismo, subrayó que “el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no ayuda. Hay demasiada burocracia para acceder a las subvenciones, es muy complicado conseguir una porque piden mucho papeleo a las comunidades de propietarios y ponen muchas trabas”. En este sentido, explicó que muchas comunidades de propietarios desisten de solicitar las ayudas y demandó una mejor interlocución con las Administraciones a todos los niveles para facilitar el trabajo, “pero lo vemos complejo”, apostilló.