No hace demasiado tiempo que salía la sentencia condenatoria por el mayor caso de corrupción conocido en España, que afectaba gravemente al PSOE andaluz y su “gestión” en la Junta de Andalucía, conocido como el
caso de los ERE.
La juez Mercedes Alaya estimaba los fondos desviados en 885 millones de euros, la Fiscalía en 741,6 y finalmente la sentencia en 680 millones. Unas cifras desorbitadas de dinero destinado a ayudar a parados y empresas con dificultades, que fueron adjudicados de forma fraudulenta y parcial.
Con estos antecedentes de gestión pública sale, ahora, a la luz el caso “Mediador”, que vuelve a salpicar de lleno al Partido Socialista, al estar implicado, entre otros, el ya exdiputado nacional canario, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, por la trama de mordidas en Canarias por la que dimitió, hace apenas unas semanas, al verse acorralado tras la detención de su sobrino, Taishet Fuentes, que le sustituyó como director general de Ganadería del Gobierno canario cuando se fue al Congreso.
Por el momento existen 12 personas bajo investigación por presuntos delitos relacionados con la pertenencia a una organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y uso de documentación falsa, los cuales tienen sus orígenes en el año 2020 y 2021.
La reciente aparición de grabaciones de audio, supuestamente, implican a varios diputados nacionales socialistas en las celebraciones de la trama corrupta con prostitutas, estupefacientes o cenas de lujo.
De haber sentencia condenatoria, se volvería a dar por probado hasta qué punto el Partido Socialista ha consentido y participado en corromper todas y cada una de las instituciones públicas que ha tocado, ya que, empresarios implicados, han declarado que muchas de las reuniones, en las que se les pedía mordidas por favores, se producían
en un despacho del mismo Congreso de los Diputados.
Se hace imprescindible una profunda renovación y limpieza en las instituciones públicas, que supongan mucho más que el cambio de sillón que significa el Partido Popular. Hace falta el cambio en la gestión de lo público, un cambio en las políticas que nos han traído hasta una situación que provoca una profunda desconfianza y desapego de los
ciudadanos con la clase política.
Hace falta, en definitiva, un partido político que cuide lo que más importa: La Familia, el barrio, el pueblo y la ciudad y por ende, España. Hace falta la única alternativa real.
Hace falta VOX.