La prohibición de comprar papas de Inglaterra, que ha supuesto un incremento en el precio de este producto básico para la dieta de la población canaria, también ha provocado que el sector de la restauración isleño suspenda la producción de ensaladilla rusa o tortilla de papas en sus menús con el fin de priorizar los pocos tubérculos que consiguen para acompañar platos o en potajes.
La falta de papas en el mercado debido a las restricciones para importarla desde Reino Unido sin que la producción local pueda hacer frente a esta coyuntura ha impulsado al alza el precio de este producto, lo que ha alcanzado de forma directa a la restauración.