El Ayuntamiento de Santa Cruz, a través de la oficina del Suroeste, bajo la responsabilidad de Javier Rivero, acompañado por el director general de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de canarias, Miguel Ángel Clavijo; los concejales de Cultura y Urbanismo, Santiago Díaz y Zaida González, respectivamente, y técnicos del área de Patrimonio del Cabildo de Tenerife, visitaron recientemente algunos de los molinos de viento ubicados en este distrito “con la finalidad de reactivar las acciones que conduzcan a recuperar estos Bienes de Interés Cultural (BIC) para que sean parte del patrimonio colectivo”, anunció Rivero.
“El objetivo –detalla el concejal del distrito- es recuperar las aspiraciones de lo que en su momento se llamó la Comisión Pro Molino, movimiento conformado por vecinos y vecinas del Suroeste de Santa Cruz para conseguir la protección de los tres molinos de Barranco Grande, Cuevas Blancas y Llano del Moro” y recuerda que “hace ahora 25 años comenzó un trabajo vecinal y administrativo en este sentido, dando como resultado la declaración de Bien de Interés Cultural del molino de Llano del Moro, o consiguiendo ejecutar la rehabilitación del de Barranco Grande”.
Rivero insiste en que “a pesar de esto, la propiedad de estos referentes patrimoniales vinculados a la tradicional alimentación del gofio no son públicos, sino que siguen siendo de titularidad privada” y argumenta que “esta situación ha hecho que el molino de Barranco Grande presenten en la actualidad una situación de abandono y suciedad, puesto que el Ayuntamiento no puede actuar en él porque no se trata de una propiedad pública, razón ésta por la que precisamente tratamos de implicar a otras administraciones, como el Gobierno de Canarias y el Cabildo, para recuperarlos y poder actuar en ellos”.
En este sentido, Miguel Ángel Clavijo pone en valor que “los molinos de viento del Suroeste de Santa Cruz de Tenerife son uno de los elementos patrimoniales más interesantes que atesora el municipio y se encuentran en estos momentos en un importante estado de deterioro” y argumenta que “por ello, el Gobierno de Canarias, a lo largo de esta legislatura, va a colaborar estrechamente con las administraciones que también tienen competencias en la protección del patrimonio, como el Cabildo Insular y los municipios, y en este caso nos coordinamos con el Ayuntamiento para iniciar los trabajos para recuperar estos molinos”.
“Lo primero que vamos a hacer –adelanta Clavijo- será ponernos en contacto con los propietarios de los mismos, ya que son de titularidad privada” y asegura el director general de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias que “a partir de ese contacto, iniciaremos los expedientes oportunos, ya sean de expropiación o con otra fórmula que ya estudiaremos, con la finalidad de recuperar estos elementos patrimoniales y conseguir, a través de la colaboración con el Ayuntamiento de Santa Cruz, una relación administrativa que siempre ha sido muy eficaz y efectiva”.
Santiago Díaz Mejías, concejal de Cultura, pone en valor que “desde el Ayuntamiento y el Gobierno de Canarias se impulsen las acciones necesarias para recuperar el espíritu de defensa del patrimonio histórico de Santa Cruz” y destaca que “supone, además, revitalizar un movimiento de las vecinas y los vecinos de este distrito que en los años 90 del pasado siglo se organizaron para tratar de conseguir que no se perdieran estos elementos que son parte indiscutible de la memoria colectiva cultural y sentimental del Suroeste”.
Finalmente, Javier Rivero destaca que “lo que pretendemos hacer es poner en marcha de nuevo la Comisión Pro Molinos y para ello ya hemos contactado con varias personas que eran miembros de la misma, y con la colaboración del Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular conseguir lo que se buscaba hace 25 años” y el concejal del distrito reitera “que es precisamente lograr que los molinos de viento pasen a ser parte del patrimonio histórico público de Santa Cruz de Tenerife”.
“En definitiva –concluye Rivero-, en este asunto precisamos de la colaboración del Gobierno de Canarias y, por ello, agradecemos la implicación de Miguel Ángel Clavijo para conseguir que se inicie el procedimiento administrativo que sea necesario para recuperar y preservar esta parte de nuestra historia” y ahonda ratificando que “máxime en el Suroeste, que hasta el año 1972 pertenecía a El Rosario, y que desde que este territorio pasó a formar parte de Santa Cruz comenzaron las acciones para preservar estos molinos; de hecho, en 1975 se consiguió que el propio Gobierno de España declarara su protección”.
“En ese momento –relata el concejal- el Ayuntamiento de Santa Cruz consiguió que el Ejecutivo del Estado de aquel momento declarara la protección patrimonial de los molinos de Barranco Grande y Cuevas Blancas” y recapitula para afirmar que “por lo tanto, desde hace muchos años y en diferentes momentos de la historia, en el Suroeste se ha insistido por parte de las vecinas y los vecinos en la necesidad de esta defensa de los elementos tradicionales de unos pueblos y barrios íntimamente ligados al sector agrario, que han supuesto, desde siempre, el desarrollo del sector primario de Santa Cruz de Tenerife”.