Este domingo, sse celebró una manifestación en el sur de Gran Canaria evidenció el creciente malestar de parte de la población local hacia el turismo masivo. Durante la protesta, que recorrió zonas como Playa del Inglés y Meloneras, un grupo numeroso de manifestantes lanzó consignas contra los turistas, entre ellas el polémico grito de «tourists go home!», mientras algunos llegaron a insultar directamente a los visitantes que transitaban por la zona.
El evento estuvo marcado por una alta tensión, ya que, además de las pancartas que pedían una mayor regulación del turismo, se produjeron incidentes verbales con turistas que se encontraban disfrutando de sus vacaciones.
Algunos manifestantes increparon a los visitantes, culpándolos del aumento de precios en la vivienda y del deterioro de los servicios públicos
La protesta surge en un contexto de descontento por la saturación turística que, según los manifestantes, está afectando negativamente la vida diaria de los residentes. Argumentan que el modelo actual de turismo masivo no es sostenible y exigen políticas que frenen la llegada incontrolada de visitantes, al tiempo que se promuevan alternativas económicas que no dependan exclusivamente del turismo.
Algunos testigos locales han expresado su incomodidad con los insultos dirigidos a los turistas, argumentando que la protesta podría ahuyentar a una de las principales fuentes de ingresos de la isla.
No obstante, los organizadores defienden la manifestación como una forma legítima de hacer visible un problema estructural que necesita atención urgente.
Esta creciente tensión entre turistas y residentes es un síntoma del debate más amplio sobre los límites del turismo en destinos que dependen en gran medida de esta industria.
Mientras algunos abogan por un cambio hacia un turismo más sostenible y equilibrado, otros temen que acciones como esta puedan dañar la reputación de Gran Canaria como un destino hospitalario y seguro.