El portavoz parlamentario en materia sanitaria de Nueva Canarias–Bloque Canarista (NC-BC), Yoné Caraballo, ha solicitado formalmente la comparecencia urgente de la consejera de Sanidad, Esther Monzón, para el próximo pleno para que rinda cuentas sobre la situación “insostenible” que atraviesa el Hospital Universitario de Canarias (HUC). Caraballo calificó de “inaceptable la dejadez” del Gobierno de CC y el PP ante una situación que afecta a la calidad asistencial y la dignidad de pacientes y trabajadores. Propondrá a Sanidad una “mediación” entre la dirección médica y la gerencia con el personal de Urgencias del HUC.
Tras reunirse con médicos y profesionales del servicio de Urgencias, con representantes del Sindicato de Asistentes Técnicos Sanitarios (Satse) de enfermería y conocidas las reiteradas denuncias de los usuarios que advierten del colapso crónico en los servicios de Urgencias, la fuga de personal médico, la obsolescencia de infraestructuras y las elevadas listas de espera quirúrgica; Caraballo denunció que la situación del HUC va “de mal en peor”.
El citado hospital, tal y como cuestionó, “no ha estado tan mal” como con la gerencia asumida por Adasat Goya, y la dirección médica liderada por José Antonio García, nombrados por el Gobierno de las dos derechas canarias.
Según los profesionales consultados, Caraballo sostuvo que, en los dos últimos años, se ha producido un deterioro acelerado de la atención en Urgencias, con una presión asistencial extrema, falta de liderazgo, pésima gestión y condiciones laborales que han provocado la fuga de hasta 14 médicos especialistas en Medicina de Familia.
Además de que ocho médicos más están de baja por ansiedad o depresión y se suma, añadió el portavoz canarista, la pérdida progresiva de personal de enfermería y auxiliares, sometidos a una sobrecarga inasumible por falta de espacio, recursos y apoyo directivo.
El triaje se desborda, hay pacientes esperando el doble o el triple del tiempo recomendado para ser vistos por un médico y la presión asistencial recae completamente sobre el personal de enfermería, lo que pone “en riesgo tanto la salud de los pacientes como la salud mental de los trabajadores”, explicó Yoné Caraballo.
También denunció que, a pesar de los anuncios de la gerencia sobre reformas internas y cambios de circuitos, “eso no resolverá el problema de fondo, ya que es estructural”. Citó la falta de espacio, colapso de camas y nula capacidad de gestión. Entre las propuestas de NC-BC, el parlamentario Caraballo planteó la instalación inmediata de módulos asistenciales provisionales como medida urgente mientras se abordan soluciones estructurales y la fijación de una “mediación” por parte de la consejería entre la dirección médica y la gerencia con el personal de Urgencias.
Las Urgencias, en opinión del portavoz canarista, funcionan como un embudo. Los pacientes, según describió, “no suben a planta porque no hay camas y Urgencias se colapsa”. Incluso pacientes paliativos tienen que ser tratados entre “biombos y pasillo”. Eso no es digno, ni humana ni sanitariamente” al carecer de un espacio “digno” para ser tratados con la sensibilidad precisa, lamentó Caraballo.
La situación también afecta a la operatividad de las ambulancias, enumeró Caraballo. Muchos pacientes se atienden sobre las camillas de las ambulancias porque “no hay espacio para ingresarlos”. Esto hace que los vehículos queden “inoperativos” en la puerta del hospital, con el “riesgo de que no estén disponibles para nuevas emergencias” en la isla, como denunció.
Subrayó que el nivel de improvisación y deterioro es tal que actualmente la jefatura de Urgencias está en manos de personal médico sin la especialidad correspondiente, porque “ningún especialista acepta ese cargo en estas condiciones”. Aseguró además que “hay nombramientos a dedo que buscan no cuestionar a la dirección médica, generando una cultura de miedo y sumisión que agrava la falta de liderazgo y transparencia”.
“Estuve allí personalmente. Aquello es un desastre total. Pacientes en los pasillos, personal desbordado, ambulancias atrapadas. Es inaceptable”, concluyó.
Desde NC-BC se exige la adopción de medidas inmediatas, el relevo de la actual dirección del hospital si es necesario y un compromiso político real con la sanidad pública de Canarias. Esther Monzón debe dar explicaciones, pero principalmente “comprometerse con soluciones reales y urgentes”. El Parlamento «no puede mirar hacia otro lado» ante esta dejadez, subrayó Caraballo.