El Cabildo de Lanzarote ha solicitado la presencia de la unidad canina del Cabildo de Gran Canaria, especializada en la detección de veneno, para apoyar las labores de indagación en torno a los recientes casos de envenenamiento de fauna detectados en las localidades de Máguez, Guinate, Gayo y Ye, en el municipio de Haría. Esta actuación se desarrolla en el marco de la Orden de 28 de marzo de 2014, que aprueba la estrategia para la erradicación del uso ilegal del veneno en el medio no urbano de Canarias, y refuerza las actuaciones preventivas y de investigación contra el uso de venenos en el medio natural. Esta normativa atribuye a los Cabildos la competencia para ejecutar dicha estrategia.
El equipo, integrado por dos agentes del Cuerpo de Agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria y dos perros adiestrados, ha acompañado durante varios días a los agentes de Medio Ambiente de Lanzarote en inspecciones sobre el terreno afectado. Su objetivo ha sido localizar cebos o fauna presuntamente envenenada en las áreas donde se han registrado los hallazgos anteriores.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, subrayó que nuestra obligación como institución es actuar con determinación y con todos los medios disponibles para garantizar que este tipo de delitos no queden impunes. “Seguiremos poniendo todos los medios necesarios para localizar a los responsables y erradicar estas prácticas que atentan contra nuestra fauna y la seguridad ciudadana”, insistió.
Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Samuel Martín, agradeció al Cabildo de Gran Canaria por la colaboración a través de la unidad canina que supone un paso importante para avanzar en la investigación. “Su experiencia y capacidad para localizar indicios de veneno nos permitirá actuar de forma más eficaz y preventiva, minimizando riesgos y evitando que se repitan más incidentes”, añadió.
Desde el pasado domingo 3 de agosto, se han detectado casos de envenenamiento en varias zonas del municipio de Haría, incluyendo Máguez, Guinate, Gayo y Ye. La colocación de cebos ha provocado la muerte de varios ejemplares de fauna silvestre y doméstica, constituyendo un grave riesgo tanto para la biodiversidad como para la salud pública, hasta que sean retirados por los agentes de la autoridad como parte de la investigación.