El Cabildo de La Palma ha solicitado a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias que acepte la declaración de la emergencia por responsabilidad medioambiental para la isla, con la finalidad de poner en marcha cuanto antes un paquete de medidas que permitan alargar la vida del Complejo Ambiental de Los Morenos, que se encuentra al límite de su capacidad.
La única celda existente en la isla donde se vierten los residuos de rechazo, es decir, la basura de origen doméstico que no se puede reciclar, estará al límite de su capacidad en febrero de 2023 si no se logra reducir de manera drástica el actual ritmo de vertido, que se ha visto incrementado en los últimos meses, entre otras causas, por la entrada de residuos voluminosos (muebles y enseres) provenientes principalmente del Valle de Aridane, tras la reciente erupción volcánica.
Estas circunstancias extraordinarias han llevado a que el Consejo de Gobierno Insular acordara el 29 de julio solicitar al Gobierno de Canarias la declaración de la emergencia medioambiental a propuesta de la consejera de Servicios y Cambio Climático, Nieves Rosa Arroyo, que considera que la situación en estos momentos es “crítica” y que hay que actuar “cuanto antes” con acciones “preventivas”.
Al amparo de esta declaración, Arroyo estará habilitada para adoptar cuantas medidas urgentes crea necesarias para alargar la vida útil de la única celda de vertido, de manera que pueda estar operativa en tanto se ejecuta la celda de transición, unos trabajos que se prolongarán unos dos años.
Embalaje
Para lograr este objetivo ineludible, se dotará al Complejo Ambiental de Los Morenos de una prensa embaladora de rechazos que permitirá compactar los residuos para reducir su volumen y, por tanto, para que ocupen menos espacio tanto en la actual celda de vertido como en la de transición, de manera que este nuevo espacio pueda acoger los residuos que genere la isla el tiempo que se tarde en planificar la siguiente celda de vertido de alta densidad, cuyo emplazamiento se decidirá cuando culmine la redacción y aprobación del Plan Director de Residuos.
Al compactar los residuos prácticamente se anulan los volados de plásticos cuando se depositen los rechazos en la celda para no afectar al monumento natural Montaña del Azufre. Igualmente, el empaque permite la posibilidad, ahora inexistente, de su transporte por vía marítima hacia otras instalaciones,
Recogida selectiva
Al amparo de esta declaración, el Cabildo pondrá asimismo en marcha medidas preventivas a fin de incrementar la capacidad de recogida selectiva (papel y cartón, vidrio y envases ligeros), además de apoyar al Consorcio de Servicios de La Palma para la implantación de manera urgente de la recogida separada de materia orgánica en los lugares donde aún no se está llevando a cabo.
La recogida separada de la fracción orgánica procedente de los residuos domiciliarios permitiría ganar en eficacia y calidad en la recuperación de materiales reciclables.
En este sentido, ya se está desplegando en la isla una red de zonas de compostaje comunitario, complementándose con el compostaje doméstico y el Cabildo solicitará financiación para la puesta en marcha de una planta de compost, de unas 1.500 toneladas al año, que se ubicará en la zona este y con el que se pretende sacar de la bolsa gris de restos que va a la celda de vertidos la materia orgánica que, hoy por hoy, es casi la mitad de la misma.
