Gran Canaria ha sido escenario de una preocupante oleada de hechos delictivos en las últimas semanas, generando alarma entre los ciudadanos y preocupación en las autoridades locales. Entre los casos más recientes destacan un intento de atraco a un furgón blindado, un secuestro vinculado al narcotráfico y un homicidio por violencia de género.
El primero de los sucesos tuvo lugar el pasado 16 de marzo en el centro comercial La Ballena, donde un grupo de seis personas intentó asaltar un furgón de transporte de fondos. Tras una peligrosa persecución policial, con intercambio de disparos incluido, los sospechosos fueron detenidos en el barrio de La Paterna. La operación movilizó a numerosos agentes y generó momentos de tensión entre los vecinos.
Pocos días antes, el 12 de marzo, el sur de la isla fue sacudido por un caso de secuestro. Dos encapuchados armados retuvieron a la esposa y al hijo de un presunto narcotraficante en la zona de El Salobre, en San Bartolomé de Tirajana. La Policía Nacional investiga el caso como un posible ajuste de cuentas relacionado con el robo de un cargamento de cocaína valorado en 25 millones de euros.
A estos hechos se suma un trágico caso de violencia machista ocurrido el 31 de marzo en el barrio capitalino de Schamann. Una mujer de 49 años fue hallada muerta en su domicilio, con signos de asfixia. Su pareja sentimental, principal sospechoso del crimen, fue detenido días después en Málaga tras huir de la isla. Se trata del octavo asesinato machista registrado en España en lo que va de 2025.
Estos episodios han generado una creciente sensación de inseguridad en la isla. Aunque las autoridades insisten en que Gran Canaria sigue siendo un destino seguro, la ciudadanía demanda más presencia policial, medidas de prevención y un endurecimiento de las políticas contra el crimen organizado y la violencia de género.