Varias entidades ecologistas han denunciado las Obras sin autorizaciones ni informes preceptivos. Lopesan estaría usando tierra extraída de las obras del nuevo hotel que construye junto al ExpoMeloneras para rellenar un antiguo campo de golf de su propiedad en Pasito Blanco, sepultando en el proceso dos barrancos públicos: el del Hornillo y el de Pasito Blanco.
Este relleno se ha hecho sin autorización del Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, afectando gravemente a cauces públicos protegidos por ley.
Se ha construido un muro de contención (dique) de 8 metros de alto por 45 metros de largo en una zona de servidumbre de protección, también sin informe ni autorización de Costas ni del Consejo Insular de Aguas.
Se ha cerrado el acceso público a la playa del Hornillo, un hecho que representa una infracción grave según la Ley de Costas. Aunque el cierre se presenta como temporal, los colectivos temen que se trate de una privatización encubierta y definitiva del litoral.
Denuncias presentadas
Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria, por la colmatación y desaparición de cauces públicos.
Demarcación de Costas del Gobierno de Canarias, por el cierre del acceso público a la playa y la construcción del dique.
Agencia Canaria de Protección del Medio Natural, por la afectación al entorno protegido.
Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, por posibles delitos ambientales.
Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, territorio afectado y control de la legalidad urbanística.
Un modelo insostenible
Los colectivos denuncian que este tipo de actuaciones siguen el mismo modus operandi que hace 40 años, donde el interés privado sigue imponiéndose al interés público con la complicidad o inacción de las instituciones.
Critican duramente que, en pleno contexto de emergencia climática, se estén sellando barrancos y taponando desagües naturales, aumentando el riesgo de inundaciones y vulnerando toda lógica de planificación responsable.
Meloneras 2A: el pelotazo urbanístico
Estas actuaciones se enmarcan dentro de la nueva planificación urbanística desbloqueada en Meloneras 2A, donde se han liberalizado más de 300.000 m² de suelo público para uso turístico.
Aunque se prometieron zonas ajardinadas y mejoras de infraestructuras, la realidad es que ya se están construyendo nuevos hoteles sin ninguna visión de sostenibilidad territorial.
Esta liberalización fue aprobada por unanimidad en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, incluido el partido Nueva Canarias, y avalada en 2022 por el Cabildo de Gran Canaria, presidido por Antonio Morales (NC), con el nuevo Plan Insular de Ordenación del Territorio, que permite la creación de más de 129.000 nuevas plazas turísticas.
Es profundamente hipócrita que quienes se presentan como los defensores del modelo de Ecoisla, sean quienes están permitiendo la destrucción sistemática de nuestro territorio.
Además, la nueva ordenación urbanística de Meloneras 2A habilita cinco parcelas para la construcción de hoteles de hasta siete plantas, con una capacidad total de al menos 3.600 camas, lo que refuerza aún más el modelo de crecimiento turístico masivo que se está implantando en la zona.