La cumbre de Gran Canaria fue escenario durante la pasada Semana Santa de un preocupante aumento de infracciones medioambientales y turísticas, según ha informado la Unidad de Vigilancia e Inspección Administrativa. Los agentes intensificaron los controles ante la masiva afluencia de visitantes atraídos por la naturaleza y el buen clima, detectando numerosas irregularidades que vulneran la normativa vigente.
Entre las infracciones más frecuentes se encuentran el mal estacionamiento de vehículos, la acampada en zonas no habilitadas y la realización de actividades de turismo activo sin la documentación correspondiente. Estas prácticas no solo suponen un riesgo para la seguridad y el orden público, sino que también afectan negativamente a la conservación del valioso entorno natural de la cumbre.
La Unidad de Vigilancia procedió a levantar actas por cada una de las irregularidades detectadas, que podrían derivar en sanciones económicas. Las autoridades recuerdan que el respeto por las normativas ambientales es fundamental para garantizar la sostenibilidad del destino y la convivencia entre visitantes y el entorno.
Desde el Cabildo de Gran Canaria y los cuerpos de inspección se hace un llamado a la ciudadanía y a los turistas a actuar con responsabilidad y civismo durante sus visitas a espacios naturales protegidos, especialmente en épocas de alta afluencia como Semana Santa.