Un informe elaborado por Drago Canarias concluye que los parques eólicos de Pilón I, en Fasnia, y Pilón II, en Güímar —Tenerife—, pertenecientes ambos a la empresa DISA, generarán afecciones directas sobre dos espacios naturales protegidos.
Según recoge el informe, tanto el cableado eléctrico como los propios aerogeneradores provocarán afecciones directas sobre la Reserva Natural Especial del Malpaís de Güímar y sobre el barranco de Herques, perteneciente a la Red Natura 2.000.
Sobre esta cuestión se pronunció el portavoz de Drago Canarias en Fasnia, Víctor Rodríguez, quien afirmó que “existe cierto consenso en torno a que el futuro pasa por las renovables, pero nosotros creemos que en Canarias también pasa por reducir la demanda” e hizo hincapié en que “ninguna solución debe comprometer nuestro territorio, que es especialmente frágil y limitado”.
Además, Rodríguez explicó que “la instalación de estos parques no responde a ningún estudio de las necesidades energéticas de la comarca”, a lo que añadió que “supondrían un daño medioambiental y patrimonial inasumible y desproporcionado en comparación con los potenciales beneficios que podrían aportar”.
Por otro lado, el portavoz de Drago Canarias en Fasnia lamenta que el proyecto tampoco incluya “mecanismos que aseguren que la instalación de estos parques vaya a suponer un acceso más justo a la energía para la población canaria” y recalcó que “al no existir estos mecanismos, el proyecto ahondaría en un modelo de gestión energética que antepone los beneficios privados al interés general y a la sostenibilidad del territorio a largo plazo”.
Asimismo, Rodríguez puntualizó que “el análisis de impacto patrimonial del proyecto está basado en catálogos desactualizados, con más de diez años de antigüedad”.
Impacto medioambiental
Este proyecto se compone de un cableado eléctrico de más de 14 kilómetros que discurrirá a cielo abierto desde Fasnia hasta El Puertito de Güímar y soterrado desde este punto hasta el polígono industrial de Arafo, además de cuatro aerogeneradores de 15 megavatios en Fasnia y dos aerogeneradores de 8,52 megavatios en Güímar. Estas unidades serán instaladas a ambos lados del barranco de Herques, a escasos 200 metros de distancia y a un kilómetro y medio del núcleo urbano del pueblo de Fasnia.
Una de las principales problemáticas que presenta este tipo de infraestructuras es el impacto que genera en la flora y la fauna de la zona. Las pardelas, por ejemplo, verían interferidas sus rutas, con el consiguiente riesgo de mortandad por impacto contra las aspas de los aerogeneradores; y los murciélagos que anidan en las inmediaciones del barranco de Herques se verían afectados por las vibraciones y los sonidos de estos molinos.
