Mara Ceballos, vecina de Telde, fue quien dio aviso a la Plataforma Leales.org de su existencia, un caso muy seguido por la comunidad animalista de la isla, ya que numerosos rescatistas, e incluso 8 veterinarios habían intentado capturarla sin éxito, debido a la agilidad del animal y su carácter escapista, sumado a que su estado ya no le permitía oler la comida.
Finalmente y tras consultar Leales.org con múltiples profesionales, el veterinario Pascual Calabuig, del Centro y de recuperación de fauna del Cabildo de Gran Canaria, y con el método de la cerbatana, acertó en un lanzamiento limpio y certero donde el dardo expulsado dejó dormida a la gata, para posteriormente ser eutanasiada por motivos humanitarios. Dicho veterinario actuó a través del código deontológico de su profesión, el cual le obliga evitar el sufrimiento de los animales.
Según su diagnóstico, la gata estaba en avanzado estado de deshidratación, desnutrición y con un cáncer muy avanzado y doloroso que le había tocado hueso y no le permitía comer ni beber con normalidad, llegando casi al ojo izquierdo. Todos los veterinarios consultados estuvieron de acuerdo con el diagnóstico y actuación.
Según los profesionales consultados, la degradación del animal había comenzado hace muchos meses, incluso más de un año, asegurando que de haber sido tratada antes se podía haber intentado su curación. El carcinoma en gatos debe tratarse lo antes posible, ya que en caso contrario es irreversible e incurable.