La Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria ha puesto en marcha un proyecto piloto para proteger y formar en defensa personal a mujeres víctimas de violencia de género, una iniciativa que llevan a cabo policías especializados en este ámbito y que se desarrolla en colaboración con Cruz Roja.
Este nuevo proyecto municipal, que se está llevando a cabo en el reformado gimnasio de la Jefatura de la Policía Local, ha comenzado esta semana con los primeros talleres en los que están participando 24 mujeres.
El concejal de Seguridad y Emergencias, Josué Íñiguez, junto a la jefa de la Policía Local, Carmen Delia Martín, han supervisado el inicio de esta formación, en la que participan policías hombres y mujeres pertenecientes a las unidades de Formación en Intervención Policial (UFIPOL) y de Protección y Acompañamiento Local (UPAL).
El concejal de Seguridad y Emergencias ha explicado que “esta formación va dirigida a víctimas de violencia de género u otros tipos de agresiones explícitas o tácitas, así como a todas las mujeres que quieren saber cómo deben actuar si alguien les agrede en cualquier otro tipo de situación” y ha señalado que “con este proyecto se persigue un doble objetivo: reforzar su seguridad personal y enseñarles cómo aplacar una agresión sin actuar de manera lesiva”.
“La formación ha comenzado con víctimas de violencia machista, pero el objetivo es ampliar este nuevo recurso para llegar a más mujeres que quieran formarse en defensa personal”, ha dicho Íñiguez.
La defensa personal para la mujer es un proyecto básico de ayuda desarrollado con el fin primordial de empoderar a las mujeres al dotarlas de herramientas para la gestión emocional y física en situación de conflicto explícito, o tácito.
En este sentido, mediante esta formación que ofrece la Policía Local se refuerza su seguridad personal la autoestima y promueve una autonomía personal física y mental en métodos de prevención, autodefensa y evasión con el objetivo de salvar situaciones anómalas, difíciles, potencialmente peligrosas o claramente de peligro mediante la información y formación de conocimientos, actitudes, habilidades y técnicas corporales que le van a permitir prever, evaluar, saber qué hacer y como consecuencia, actuar ante situaciones de amenaza, conflicto o agresión.
La duración de los talleres es de seis horas lectivas, distribuidas en tres horas al día en las que las alumnas conocen el contexto jurídico de la defensa personal, las tácticas en el uso de la fuerza y practican técnicas de defensa personal adaptadas, además de abordar los efectos fisiológicos que una situación de estrés origina.
Durante la formación, las mujeres adquieren técnicas y formas de defensa personal aplicables a las circunstancias del entorno y se enseñan técnicas de inoculación del estrés y de vuelta a la calma.
De esta forma, se aborda cómo deben ser las distintas posiciones y desplazamientos, a amortiguar las caídas y su uso en la intervención, así como la utilización de las distintas partes del cuerpo para la defensa/ataque mediante ejercicios prácticos.
Por otro lado, los policías enseñan a cómo hacer frente a situaciones de ataque y golpeo desde diferentes ángulos, además de abordar las resoluciones de conflictos fomentando la creatividad y adaptación ante casos diversos que se puedan originar.