El pasado 14 de noviembre, un vecino que paseaba con su perro por los extrarradios del municipio escuchó los aullidos de los animales. Abrió la tapa del contenedor y descubrió a los ocho cachorros recién nacidos en una bolsa de plástico.
En ese momento, tres ya se encontraban sin vida. El vecino decidió llevarse a los cinco restantes para dispensarles atención veterinaria. No obstante, debido a su estado terminaron muriendo sin que se pudiera hacer nada por ellos.
Tras interponerse denuncia en el Puesto de la Guardia Civil de Tudela de Duero, el equipo de Seprona hizo varias consultas a la base del SIACYL de la consejería de Agricultura y Ganadería de la Dirección General de Producción Agropecuaria, en la que se encuentra el registro de animales. De esta forma, se redujo el número de posibles madres cuyo perfil concordaba con los cachorros hallados.
Tras realizar este estudio, se efectuaron pruebas de ADN a las posibles madres con el objetivo de determinar la relación materna filial de los animales seleccionados con los cachorros abandonados, a los cuales también se les sometió a estos análisis.
Con los resultados obtenidos, la Guardia Civil imputó al dueño de una perra cuyo perfil genético concordaba con el de los animales abandonados por un presunto delito de maltrato animal.
