Un vuelo procedente de Newcastle con destino al aeropuerto de Tenerife Sur ha requerido la intervención de las autoridades tras detectarse a bordo a cerca de quince pasajeros en aparente estado de embriaguez.
Según fuentes aeroportuarias, la tripulación alertó de la situación antes del aterrizaje, solicitando la presencia de la policía para garantizar un desembarque seguro y evitar posibles altercados. En respuesta, los controladores aéreos recortaron la ruta en lo posible para agilizar la llegada del avión, facilitando la coordinación con las fuerzas de seguridad.
A su llegada, los agentes policiales intervinieron para evaluar la situación y tomar las medidas oportunas. Aunque no se ha informado de incidentes graves a bordo, este tipo de sucesos generan preocupación en el sector aéreo, ya que el comportamiento disruptivo de pasajeros bajo los efectos del alcohol puede comprometer la seguridad del vuelo y la experiencia del resto de viajeros.
El aeropuerto de Tenerife Sur, uno de los principales puntos de llegada de turistas británicos, ha experimentado en otras ocasiones incidentes similares, lo que reaviva el debate sobre la necesidad de reforzar las restricciones en la venta y consumo de alcohol en los aeropuertos y durante los vuelos.
