En la mañana de ayer, con la Virgen del Pino como testigo, más de cien personas arroparon a Adonai Acosta y al resto de candidatos de Unidos por Gran Canaria al Ayuntamiento de Teror, en la emblemática Plaza
Teresa de Bolívar, a escasos metros de la Basílica.
En su intervención, el candidato de los grancanarios se mostró optimista de cara a los comicios del próximo 28 de mayo, y sentenció que el municipio de Teror necesita de la frescura que aporta Unidos por Gran Canaria para sacarlo del ostracismo en el que vive. Acosta se comprometió a emprender acciones que son necesarias desde hace décadas, sobre todo, desde el punto de vista social, con especial atención a los ancianos, la creación de una guardería municipal, de la Casa de la Cultura e, incluso, un parque canino.
También insistió en la necesidad de atender a los barrios del municipio, que se encuentran abandonados, como si solo existiera el casco histórico. En esta línea se manifestó también Ángeles Batista, número dos al Cabildo de Gran Canaria, que, tras el accidente sufrido por José Mari Ponce, verá incrementada su participación en los actos de campaña, y que quiso llamar la atención sobre la mala situación de los barrios de Teror, al que destacó como uno de los enclaves más hermosos de Gran Canaria y lamentó la parálisis que sufre.
La candidata de Unidos por Gran Canaria, y actual consejera del Cabildo, recalcó que su partido tratará con justicia a los veintiún municipios de la isla, y atenderá sus necesidades sin tener en cuenta el color político de quien los gobierne, cosa que ahora no sucede.
Cerró el acto el presidente de Unidos por Gran Canaria, y candidato al Parlamento de Canarias, Lucas Bravo de Laguna, que inició su intervención recordando a sucompañero y amigo José Mari Ponce, deseándole una pronta recuperación y
enviándole ellos ánimos de todo el partido.
Bravo de Laguna afirmó que ha llegado la hora de Gran Canaria, y que el 28 de mayo se decidirá si Canarias sigue siendo gobernada por Casimiro Curbelo, con los escasos seis mil votos que obtiene en La Gomera, o por Gran Canaria, con casi un
millón de habitantes y que es la isla que más aporta y menos recibe, a pesar de ser la que más necesidades tiene.
Finalizó su intervención pidiendo a los grancanarios que votaran con la cabeza, porque la isla se juega mucho, porque lleva décadas de decadencia y con el riesgo de llegar a un punto de no retorno, pero también pidió que votaran con el corazón, recuperando el orgullo de ser grancanarios.
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