Con motivo de la Novena Jornada Mundial por el Fin de la Pesca, que se celebra este sábado 29 de marzo, el Partido Animalista PACMA se une a las más de 120 organizaciones de 30 países que alzarán la voz para «exigir el fin de la pesca como industria y defender los derechos de los animales marinos», así como la protección de los océanos, gravemente amenazados por la actividad humana.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), actualmente el 35% de las poblaciones de peces en el mundo están sobreexplotadas, una cifra que se dispara hasta el 75% en zonas como el mar Mediterráneo.
Cada año, se capturan entre 90 y 100 millones de toneladas de peces, lo que equivale a más de 2,7 billones de individuos, sin contar los millones de víctimas de la llamada “pesca accidental”, que afecta a delfines, tiburones, tortugas y otras especies.
La biomas de grandes peces depredadores, como atunes, meros o bacalaos, ha disminuido en un 90% desde mediados del siglo XX, y muchas especies han desaparecido por completo de determinadas zonas del planeta. Además, más del 60% de los océanos están bajo explotación comercial activa, mientras técnicas como el arrastre de fondo destruyen hábitats marinos completos.
La pesca actual: insostenible, perjudicial y profundamente cruel
Desde PACMA recuerdan que la pesca industrial no solo desequilibra y contamina los ecosistemas marinos, sino que implica un «sufrimiento atroz» para los animales. Los peces, que cuentan con sistemas nerviosos complejos y son plenamente capaces de sentir dolor, son asfixiados lentamente, aplastados en redes, heridos con anzuelos, transportados y sacrificados sin aturdimiento.
La formación política animalista afirma que los peces son, además, «los animales más olvidados en términos de protección legal, y su sufrimiento sigue siendo invisibilizado, pese a ser masivo y constante».
«Por los océanos, por los animales, por nuestra salud»
PACMA destaca que la solución pasa por «repensar nuestros hábitos alimentarios» y apostar por una «transición hacia dietas basadas en plantas», que no solo reducen el sufrimiento animal, sino que también «protegen la salud humana y contribuyen a la preservación de los ecosistemas marinos».
“Defender los océanos implica mucho más que limpiar playas o reciclar plásticos. Significa dejar de tratarlos como minas de recursos infinitos”, declara la portavoz de PACMA, Yolanda Morales.