El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica desde 2013, ha fallecido este lunes a los 88 años de edad en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. La noticia fue confirmada oficialmente por el camarlengo de la Iglesia, el cardenal Kevin Joseph Farrell, en un comunicado emitido a primera hora de la mañana.
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, el Papa Francisco fue el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ocupar el trono de San Pedro. Su elección marcó un punto de inflexión en la historia de la Iglesia, y su pontificado se caracterizó por un enfoque pastoral centrado en la misericordia, la inclusión y el compromiso con los más desfavorecidos.
Durante más de una década, Francisco impulsó reformas internas en el Vaticano, promovió el diálogo interreligioso y se convirtió en una voz global en defensa del medio ambiente, la justicia social y la paz. Su encíclica Laudato si’, publicada en 2015, es considerada uno de los documentos más influyentes sobre la crisis climática en el ámbito religioso y político.
La salud del Santo Padre había sido motivo de preocupación en los últimos años, con diversas hospitalizaciones y una movilidad reducida que limitó su agenda pública. Su última aparición fue durante la bendición Urbi et Orbi el pasado Domingo de Resurrección, donde, visiblemente debilitado, impartió su mensaje de paz al mundo.
La Santa Sede ha anunciado que en las próximas horas se dará a conocer el cronograma oficial de las exequias y los preparativos para el cónclave que elegirá a su sucesor.
El mundo despide hoy a una figura histórica, carismática y profundamente comprometida con los valores del Evangelio. Su legado perdurará como testimonio de una Iglesia en camino, cercana al pueblo y abierta al diálogo con el mundo contemporáneo.