Lo que en su día fue un símbolo de pasión y orgullo futbolero hoy se ha convertido en una imagen de decadencia. Las gradas del antiguo campo de fútbol de la Unión Deportiva Las Palmas, pintadas en azul y amarillo, permanecen en estado de abandono, con la pintura desconchada, grafitis en las paredes y suciedad acumulada en los alrededores.
Estos escalones, que en el pasado acogieron a cientos de aficionados entregados a su equipo, hoy son parte de un espacio público descuidado, convertido más en un solar deteriorado que en un lugar de encuentro para la ciudadanía.
Vecinos y antiguos seguidores lamentan la falta de mantenimiento de un rincón cargado de historia. “Aquí se vivieron momentos únicos, era un lugar de sentimiento y unión. Da tristeza verlo así”, expresan algunos residentes de la zona.
La falta de conservación ha convertido un símbolo deportivo en una ruina urbana. Lo que fue un punto de encuentro y celebración para varias generaciones de aficionados grancanarios es ahora un espacio que refleja el paso del tiempo y la indiferencia institucional.
El contraste es evidente: donde antes se escuchaban cánticos y aplausos, hoy solo queda el eco del abandono