A casi dos años del incendio que destruyó la réplica de la carabela de Cristóbal Colón ubicada en el Parque Santa Catalina, los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria siguen esperando una respuesta por parte de las autoridades. La estructura, calcinada en su mayor parte, permanece visible a escasos metros del Muelle Santa Catalina, uno de los principales puntos de llegada de cruceros a la ciudad.
“Es lamentable que lo primero que ven los turistas al bajarse del barco sea una estructura quemada. Da una imagen de abandono total”, comenta un vecino de la zona. Y no es el único. En redes sociales y foros locales, muchos ciudadanos han expresado su frustración por la falta de acción para restaurar, retirar o sustituir el monumento.
El incendio ocurrió en la madrugada del 24 de mayo de 2023 y, aunque fue sofocado rápidamente por los bomberos, el daño fue prácticamente total. Desde entonces, la réplica permanece tal como quedó: carbonizada, sin protección perimetral ni señales que informen sobre su estado o futuro.
Hasta el momento, no se ha anunciado un plan concreto para la restauración del barco o una posible renovación del área. La situación ha reavivado el debate sobre la necesidad de cuidar la imagen turística de la ciudad, especialmente en una zona tan emblemática como el parque que da la bienvenida a miles de cruceristas cada semana.