El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha sacado a licitación por 3,2 millones de euros la rehabilitación del edificio Cachalote del barrio marinero de San Cristóbal, que se convertirá en una instalación referente de la arquitectura de la ciudad. El inmueble contará con una piel de vidrio fotovoltaico adosada a la estructura actual, que funcionará también como captadora de energía renovable. De esta forma, el Consistorio continúa con una línea marcada de regeneración urbana y transición ecológica.
La actuación está financiada por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España a través de los fondos NextGenerationEU. Asimismo, está integrada en el Plan de Acción de la Agenda Urbana Española en Las Palmas de Gran Canaria que promociona la rehabilitación sostenible de los edificios públicos hasta lograr un parque de edificios de calidad, alta eficiencia energética y descarbonizados en línea con los objetivos que persigue Europa en la lucha contra el cambio climático.
Esta intervención, que está impulsada desde la Concejalía de Ciudad de Mar, dirigida por Pedro Quevedo, y proyectada por la Concejalía de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda que dirige el concejal Mauricio Roque, convertirá la antigua sede de la Universidad Popular en el Distrito Cono Sur en un espacio que albergará nuevos usos de oficinas y educativos orientados a la promoción de la economía azul.
El concejal de Ciudad de Mar, Pedro Quevedo, ha apuntado que esta iniciativa va a permitir «revitalizar un edificio histórico que no se encuentra en su mejor momento, realzar los valores y el carácter del barrio marinero de la capital y promover el desarrollo de la economía azul en la ciudad. Este edificio, además de promover economía y conocimiento, se va a convertir en un punto de engranaje y encuentro entre empresas, profesionales del sector, investigadores y la propia ciudadanía»
Por su parte, el concejal de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, Mauricio Roque, ha resaltado que “la rehabilitación del edificio Cachalote se convertirá en una referencia de la arquitectura local con una estructura envolvente de vidrio que no sólo nos va a permitir captar energía solar, reduciendo así el consumo de energías fósiles; sino que también a través de los reflejos del vidrio la estructura se mimetizará con el entorno del paseo del barrio de marinero, especialmente con el Torreón de San Pedro Mártir, conocido también como el Castillo de San Cristóbal”.
Las tres plantas de altura del inmueble construido sobre una superficie de 631 metros cuadrados albergarán espacios para la instalación de empresas y colectivos que desarrollen actividades orientadas a la difusión de la cultura oceánica, el desarrollo de actividades náuticas, marino-marítimas y de promoción de la economía azul en la ciudad.
El edificio estará dotado de los requisitos de accesibilidad y habitabilidad con dos entradas diferenciadas, una de ellas para el uso de oficinas y la otra para la zona docente. La planta baja contará con una sala polivalente, otra de reuniones, baños y un gran espacio diáfano en el que se ubicarán tres talleres polivalentes, que se podrán unificar a través del pliegue de carpintería.
El uso docente estará ubicado tanto en parte de esta planta baja, como en la primera y la segunda altura. En la primera, además de una única sala diáfana con una zona para reuniones, albergará una sala polivalente y otra para exposiciones efímeras. La segunda contará con una sala polivalente, una terraza-cubierta, un office y baños.
Vidrio fotovoltaico
La mayor novedad se encuentra en la nueva envolvente de vidrio fotovoltaico que hará del edificio Cachalote una estructura eficiente energéticamente, convirtiéndose además en un icono de la arquitectura para la ciudad. Esta estructura adosada a las fachadas captará energía procedente de la radiación solar, reduciendo el consumo de energías fósiles como mínimo en un 30% y repartiendo la energía sobrante a los códigos unificados de puntos de suministro (CUPS) que se encuentren a menos de 2 kilómetros de radio.
La mayor parte de esta estructura de vidrio fotovoltaico y vidrio de silicio tendrá un 90% de opacidad, más oscuro y eficiente, que permite filtrar el calor e impedir que entre en el interior. Únicamente en la parte de la terraza-cubierta se utilizará un material con el 20% de opacidad con el objetivo de generar nuevas vistas hacia el horizonte marítimo y el Castillo de San Cristóbal. Otra de las funciones que tendrá esta envolvente es mimetizar el edificio con el entorno del paseo marítimo gracias al reflejo del vidrio desde el exterior.
Este novedoso diseño ejemplifica el esfuerzo de la Corporación municipal para crear edificios públicos dotados de innovación constructiva y funcional a través de indicadores de arquitectura sostenible, además de aportar a San Cristóbal un recurso turístico que participe en una mayor dinamización social y cultural del barrio marinero.
Accesibilidad
Los diferentes desniveles estarán conectados entre sí por ascensores y por salvaescaleras, eliminando además las barreras arquitectónicas actuales para hacerlo accesible. Además, los trabajos, que tendrán un plazo de ejecución de nueve meses, contemplan la actualización de las instalaciones de saneamiento, electricidad y climatización.
El Gobierno municipal continúa así con la revitalización del barrio de San Cristóbal a través de importantes intervenciones como la renovación de la playa de La Puntilla, haciéndola más accesible y con más espacios verdes; la mejora de los accesos y el solárium de las piscinas de La Laja; o la renovación del paseo marítimo con el refuerzo de los muros o la instalación de luminarias tipo LED, entre otras.