Un grupo de bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Las Palmas de Gran Canaria se ha encadenado este viernes en la puerta del Ayuntamiento para protestar por las condiciones del servicio y la gestión municipal.
El portavoz de los bomberos, Raúl Esclarín, afirmó sentirse “vejados” por la administración local. Si bien reconoció que se han alcanzado algunos acuerdos, señaló que persisten diferencias en otros puntos sin ofrecer detalles específicos.
Los bomberos denuncian problemas estructurales que afectan tanto a su seguridad como a la de la ciudadanía, incluyendo vehículos con una media de 22 años de antigüedad, personal con una edad media de 52 años y la ausencia de protocolos actualizados frente a riesgos modernos, como incendios de vehículos eléctricos. Además, alertan sobre un deterioro del clima laboral y una gestión ineficaz dentro del cuerpo.
Ante la falta de soluciones concretas, el SEIS ha anunciado el inicio de un conflicto colectivo y advirtió que intensificará sus protestas si no se toman medidas urgentes. El cuerpo de bomberos, operativo desde 1867, cuenta actualmente con tres parques, alrededor de 40 vehículos y 140 profesionales.
Hasta el momento, la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, no ha emitido declaraciones sobre la protesta.