El Cabildo de Lanzarote, a través del Área de Bienestar Social, iluminó la noche del sábado 15 de febrero la fachada de la Institución insular de color naranja, con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se celebró ese mismo día.
En España se han registrado 1.500 casos de pacientes con cáncer infanto juvenil en el último año, que afectan a personas menores de 20 años. Además, en Europa se han contabilizado 35.000 niños y niñas con alguna variante de esta enfermedad en 2024, mientras que en el Mundo la cifra asciende a 400.000.
Desde la Corporación insular se mantiene una estrecha colaboración con las entidades sin ánimo de lucro que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de todas las personas que padecen esta enfermedad, entre las que destacan la Asociación Niños con Cáncer Pequeño Valiente y la Asociación de Familias Oncohematológicas de Lanzarote (A.F.O.L.), entre otras.
Con este gesto el Cabildo simboliza su apoyo a las familias afectadas y reconoce la necesidad de seguir implementado políticas que favorezcan a la investigación del cáncer, creando conciencia sobre sus causas, tratamientos y posibles prevenciones. Cabe señalar que el diagnóstico de cáncer en menores o adolescentes impacta de manera profunda e inesperada afectando no solo a su salud física, sino a su bienestar psicológico y emocional, y al de toda la familia.
Por este motivo, desde la Federación Española de Familias de Cáncer Infantil han reivindicado, a través de un manifiesto, la necesidad de cuidar la salud mental de menores y adolescentes con cáncer, y de sus familias, durante todas y cada una de las fases del proceso oncológico: desde el diagnóstico, tratamiento, duelo y en el manejo de las posibles secuelas de su enfermedad. Para ello consideran necesario que los servicios sanitarios puedan ofrecer el apoyo y cuidados psico-emocionales necesarios, que se creen programas específicos de apoyo a las familias, que les ayuden a gestionar la avalancha de emociones que la enfermedad de su hijo o hija genera en todos sus miembros, fortaleciendo de esta manera la capacidad de resiliencia ante esta realidad.