El coordinador insular del Partido Animalista PACMA en la isla de La Palma, Fernando Martín, ha alertado del preocupante aumento de denuncias públicas por maltrato animal en la isla en los últimos meses. Situaciones difundidas a través de redes sociales y medios locales han puesto de manifiesto una realidad reiterada: animales en condiciones extremas, sin atención ni control institucional.
La protección animal: una tarea permanentemente pendiente
Martín denuncia que el bienestar animal sigue relegado en la agenda institucional. “Desde que se constituyó el equipo de PACMA en la isla en 2023 no se han conseguido compromisos serios por parte de los políticos gobernantes», apunta. «Las mejoras han sido fruto de iniciativas aisladas, sin respaldo firme por parte de las corporaciones insulares”.
PACMA lamenta especialmente el abandono del proyecto de albergue insular, financiado con fondos públicos y anunciado como prioritario por el anterior equipo de gobierno. A día de hoy, sigue paralizado por trabas burocráticas mientras los animales continúan hacinados en instalaciones improvisadas, como las canchas del instituto de Los Llanos de Aridane.
Las zonas rurales de la isla siguen siendo un foco de maltrato crónico, donde muchos podencos sobreviven encerrados en bidones o zulos, atados sin agua ni comida durante días. La escasa presencia del SEPRONA agrava la sensación de impunidad. Según PACMA, el 60 % de los perros en protectoras de la isla son podencos, víctimas de la caza, «una actividad que continúa recibiendo subvenciones públicas pese a generar un grave problema de abandono y sufrimiento animal», explican.
Una Bajada sin animales
De cara a la próxima Bajada de la Virgen, PACMA ha propuesto a la corporación capitalina una celebración «libre de maltrato animal». Según conversaciones mantenidas con representantes del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, existe la intención de que el carro alegórico y triunfal sea tirado por bueyes. Desde PACMA se rechaza firmemente esta posibilidad y se propone que sea un vehículo motorizado el que lo remolque, evitando así someter a los animales a un esfuerzo en pleno mes de julio y ante la multitud que colapsará la calle Real