Una vez concluida la visita, Hernández señaló que “este entorno natural es la antesala del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y también se encuentra a escasos metros de varios espacios protegidos pertenecientes a la Red Natura 2000” y añadió que “no nos podemos permitir un impacto medioambiental de estas magnitudes”.
Por otro lado, la portavoz de Drago Canarias en La Palma lanzó un mensaje a las administraciones competentes, recordando que “Coalición Canaria gobierna tanto en el Ayuntamiento de El Paso como en Cabildo de La Palma y en el Gobierno de Canarias, así que tienen todas las competencias para frenar esta barbaridad” e hizo hincapié en que “ni a Drago Canarias, ni a la plataforma, ni a los vecinos y vecinas nos vale con palabras vacías, queremos hechos”.
“Además —prosiguió Hernández—, se trata de una decisión tomada sin participación ciudadana, sin transparencia y sin garantías para el entorno ni para quienes viven cerca” y especificó que “todo parece hecho para beneficiar a Tomás Barreto, dueño de la planta y uno de los empresarios con mayor influencia de la isla”.
Asimismo, Hernández aprovechó para agradecer a la plataforma El Riachuelo – La Graja por “el trabajo tan importante que hacen” y por “alzar la voz para defender a sus vecinos y vecinas y a uno de los entornos naturales más bonitos de nuestra isla”, y recordó la importancia de que exista un “tejido social y asociativo fuerte e independiente”.
Por su parte, Rodríguez profundizó en las afecciones que está generando la planta de extracción de áridos, e hizo énfasis en “el destrozo que se está produciendo en el yacimiento arqueológico de Cueva Tiznada”, que un propio informe del Cabildo de La Palma calificó como “crítico”.
Rodríguez explicó que se trata de un yacimiento “único en Canarias” e indicó que “un informe de la empresa establece que si se encuentra algún resto arqueológico en la zona se pararán las obras inmediatamente”, sin embargo, las obras continúan.
Por otro lado, especificó que “la construcción de la planta de asfalto también sigue adelante según la documentación que hemos podido comprobar” y aclaró que “aunque en medios de comunicación se pueda oír a representantes públicos decir lo contrario, lo cierto es que los permisos siguen concedidos”.
Y a su vez, el miembro de la plataforma El Riachuelo – La Graja alertó sobre el impacto que la ampliación de esta planta tendrá sobre el camino histórico de Las Palomas, “del que existen datos de 1957 que acreditan que fue el primer, y en aquel momento único camino para acceder a La Cumbrecita, y que desaparecerá si no se paraliza la obra”.