Home Gran Canaria No hay que gritar a una persona en shock y mucho menos tratar de calmarla, crea impotencia y la conduce hacia el Trastorno por Estrés Agudo

No hay que gritar a una persona en shock y mucho menos tratar de calmarla, crea impotencia y la conduce hacia el Trastorno por Estrés Agudo

El bloque de charlas de las I Jornadas de Tecnificación en Intervenciones en Media Montaña congregó a cerca de un centenar de bomberos y profesionales de las emergencias llegados de siete autonomías y Brasil

by Aridani

Cuando un bombero, militar o cualquier persona que acaba de vivir una accidente traumático entra en shock, no hay que gritarle para que reaccione, y mucho menos tratar de calmarla porque eso le genera mayor impotencia, que es el principal desencadenante para que esa Respuesta Aguda al Estrés se trasforme en un Trastorno por Estrés Agudo, tal como explicó hoy la psicóloga de emergencias Carolina Gáquez al centenar de bomberos, policías, sanitarios y personal de Protección Civil congregado en las charlas de la I Jornada de Tecnificación de Intervenciones en Media Montaña del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria.

Esta respuesta, que no es voluntaria ni patológica, subrayó, se puede manifestar con bloqueo o congelación, disociación y agitación, y se debe a que la amígdala se ha disparado y ha secuestrado al cerebro por completo llevándolo a un apagón. Esto hace que la persona deje de ser funcional, algo especialmente delicado si hablamos de bomberos o militares, pues además se pone en riesgo la actuación, de ahí la importancia de que el equipo sepa cómo sacar a su compañero de este estado y lo puede lograr en solo dos minutos.

Tras años de estudios que han implicado mejoras de diversos países, el sistema más extendido contempla seis pasos, el primero de ellos es siempre darse cuenta de lo que sucede a la persona. Tras ello hay que tomar el mando y con tono firme conectar con ella, comprometerse con quedarse a su lado, preguntarle por pequeños hechos como dónde están. Seguidamente y para contrarrestar su estado de confusión, hay que confirmar la secuencia de hechos, de modo que ordene el suceso en su mente y llene lagunas, y finalmente darle una orden sencilla para que se ocupe en ella, tal como mostró el ilustrativo vídeo sobre qué no hacer y cómo poner en práctica este sistema denominado ICOVER, que vale para cualquier persona y que de hecho enseña en centros educativos (https://youtu.be/t84_QvbnIT0?si=gs_i5HKtWO6zJCj9).

Las seis primeras horas son cruciales para que el afectado no desarrolle el trastorno, sino que sea una situación puntual puesto que en ese periodo aún no ha consolidado la memoria traumática. Si a partir del tercer día no ha podido ser controlado, se considera que ha entrado en el Trastorno por Estrés Agudo, y a partir de los tres meses ya se puede tratar de un Trastorno por Estrés Postraumático, el paso anterior a la peor de las situaciones que es la cronificación, de modo que la persona sigue viviendo el suceso con igual intensidad aunque hayan pasado veinte años, algo que se da en veteranos de guerra.

La gran enseñanza que la ponente quiso dejar al colectivo, además de apostar por la introducción de la psicología en su formación, un entorno idóneo para ello porque también asistieron docentes del área, fue que pidieran ayuda, que ello no los hace más débiles sino mejores profesionales.

 

Cinco minutos para salvar la vida a un hemorrágico

Los bomberos son en diversidad de ocasiones la primera y a veces la única persona en poder llegar hasta un herido, de ahí que la siguiente charla estuviera dedicada a cómo parar una hemorragia, pues según su importancia, puede ser causa de fallecimiento en cinco minutos.

El apartado de si se debe optar por presión directa o torniquete generó la mayor puesta en común, pues la presión no tienen consecuencias para el paciente y puede ser la primera opción, incluso clavando la rodilla en el femoral en lo que se activan medios de emergencias si hablamos de un encuentro fortuito. El problema es, citó como ejemplo la enfermera Marta Salas, que tenga dificultades respiratorias, en ese caso hay que proceder a un torniquete o taponar de cualquier otro modo porque la falta de respiración confiere aún menos tiempo para salvarle la vida, puede que solo dos minutos.

Elegir la opción correcta es importante porque los torniquetes no son inocuos aparte de dolorosísimos, por lo que en su caso, su gran enseñanza frente a la inercia de actuar de inmediato, fue que hay que tomarse 30 segundos para pensar.

Asimismo, enseñó a distinguir las hemorragias arteriales, las más peligrosas y reconocible por su sangre brillante y con pulso, de la venosa, oscura y de flujo continuo, y de la capilar, que es la más lenta y aparentemente menos peligrosa, pero cuidado -advirtió-, baja la temperatura y también puede llevar a la muerte por hipotermia.

 

La arqueología también cuenta

La afluencia de la población a la naturaleza, aparte de incrementar los accidentes un 80 por ciento, nueve de cada diez por imprudencias, tiene efecto sobre los yacimientos arqueológicos y bienes de interés cultural, como explicó el arqueólogo del Cabildo de Gran Canaria Xabier Velasco, quien considera demostrado que vallar bienes no da resultado.

Ha encontrado cazoletas, almogarenes y habitaciones aborígenes en las que se vierten cenizas de difuntos, se acampa, se toman como baños, se vierte leche emulando a los antiguos canarios o se utilizan para declaraciones de amor. Frente a las prohibiciones, dado que no dan resultado, apuesta por la formación, la educación y la sensibilización.

Arqueología y actuaciones en altura ofrecen una simbiosis inesperada que ya ha sido puesta en marcha en el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria al actuar de soporte para que los arqueólogos lleguen a lugares inaccesibles de otro modo como la Sima de Jinámar, todo un hito en Gran Canaria.

 

En la montaña no existe el riesgo cero

La seguridad en las actividades en la naturaleza fue tratada por el guía Carlos Marcos, quien incidió en que la seguridad en la montaña no se puede lograr al cien por cien, de hecho el riesgo cero no existe. Tanto es así, que tampoco existe el “nunca” ni el “siempre”. “¿Nunca hay que mover a un herido?, se supone que nunca, pero si está bajo una cascada que le va a causar una hipotermia que moverlo y cuanto antes.

El equipo y el material de protección, así como los riesgos objetivos, que son los propios de la montaña, los subjetivos, que son los relacionados con la condición y limitaciones de la persona, además de saber distinguir cuándo una situación es arriesgada o peligrosa, fueron algunos de los apartados que desgranó en esta jornada de ponencias que dará paso a la de prácticas.

Este domingo les aguarda una programación que ha hecho que se trasladen a Gran Canaria bomberos de siete autonomías y hasta de Brasil con una práctica inédita en España y dos muy novedosas porque su objetivo es dar a conocer un sistema de rescates en paredes hasta ahora solo utilizadas por los grupos de alta montaña de la Guardia Civil, pero que se hace necesario que comiencen a conocer también los bomberos, ya que la afluencia al campo los está sacando de su habitual campo de actuación.

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