Desde primeras horas de la madrugada, miles de personas han emprendido el camino hacia Teror para participar en la tradicional peregrinación a la Virgen del Pino, una de las celebraciones religiosas y populares más multitudinarias de Gran Canaria.
La carretera GC-21 y los senderos que conducen hasta la Villa Mariana se han llenado de caminantes que, a pie o en pequeños grupos, avanzan entre rezos, música popular y un ambiente de fiesta y devoción. Como cada año, la cita atrae a personas de toda la isla, que cumplen promesas o simplemente disfrutan de una de las tradiciones más arraigadas en Canarias.
En Teror, el ambiente es ya de celebración. La Basílica de Nuestra Señora del Pino recibe a los peregrinos con misas especiales, mientras que las calles del municipio se llenan de puestos de artesanía, gastronomía típica —con el famoso chorizo de Teror como protagonista— y música popular.
Las autoridades insulares han reforzado los dispositivos de seguridad y transporte público para garantizar que la festividad se desarrolle con normalidad. El Cabildo de Gran Canaria recuerda la importancia de caminar con precaución, hidratarse y respetar las normas de seguridad durante la peregrinación.
La Fiesta del Pino, declarada de Interés Turístico Nacional, se celebra cada 7 y 8 de septiembre y combina el fervor religioso con la identidad cultural canaria, consolidándose como una cita imprescindible en el calendario de las islas.


