El Partido Popular de Canarias ha exigido este lunes explicaciones «inmediatas y contundentes» al PSOE tras la publicación de una investigación del diario El Mundo que vincula al vicepresidente segundo del Parlamento autonómico, Gustavo Matos, con el empresario de origen libanés Mohamed Derbah, presunto cabecilla de una trama corrupta relacionada con el narcotráfico.
Según la información publicada, Matos habría actuado como intermediario entre Derbah y la Delegación del Gobierno en Canarias, llegando incluso a trasladar personalmente al empresario la respuesta institucional. Las conversaciones registradas por la policía revelan frases atribuidas al diputado socialista que han generado una fuerte controversia. Entre ellas: “Guerras gratis, eso es pa’ tontos” y “Yo ayudo a mis amigos porque sé que cuando me hagan falta, me van a ayudar”.
Para el PP, estas afirmaciones «no solo comprometen la imagen del Parlamento, sino que podrían contravenir el artículo 21.2 del Reglamento de la Cámara», que obliga a sus miembros a actuar con integridad, transparencia y honradez.
En un comunicado oficial, los populares califican de «insuficientes» las explicaciones dadas por Matos en la rueda de prensa ofrecida esta misma mañana y reclaman una investigación a fondo sobre el papel que jugó el parlamentario en sus gestiones con el empresario detenido.
Además, el PP ha pedido que el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y el subdelegado, Jesús Javier Plata, aclaren qué conocían sobre las actuaciones de Matos y qué decisiones tomaron al respecto.
Los populares también han instado al PSOE de Canarias a pronunciarse con claridad sobre si sigue respaldando a Matos como secretario de Relaciones con el Estado y la Unión Europea en su ejecutiva regional, además de como vicepresidente del Parlamento y diputado.
«Este caso siembra nuevas dudas sobre la gestión y el entorno de algunos cargos socialistas, sumándose a los ya conocidos casos Tito Berni, Mascarillas, Koldo o Aldama», concluye el comunicado del PP, que considera que «la reputación de la política canaria está en juego».