Home Podemos “Europa debe volver a sus raíces: paz, justicia social y democracia”

“Europa debe volver a sus raíces: paz, justicia social y democracia”

by cn8noticiascanarias

Secretaria de Municipalismo y Unión Europea de Podemos Canarias y Concejala de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía de Las Palmas GC.
El día 9 de mayo la Unión Europea no sólo celebra la Declaración Schuman sino que sobre todo ese día Europa celebra la paz y la unión de todo un continente.
Hoy, día de Europa, conviene recordar que la Unión Europea no es, aunque haya quienes así lo quisieran, un mero club de señores enormemente ricos, sino un proyecto político impulsado desde valores como el antifascismo, la justicia social, la defensa de los derechos civiles y el pacifismo. Porque la integración era un modo de organizarse frente a los horrores que el fascismo y la guerra trajeron al continente y al planeta durante la primera mitad del siglo XX.
No es posible entender Europa fuera de la convicción profundamente democrática con que sus adalides (en gran medida, mujeres que quedan fuera de las grandes conmemoraciones, como Ursula Hirschmann, Simone Weil o Sofia Corradi) la idearon. Y no es posible, tampoco, configurar la defensa de las instituciones comunitarias y de la idea misma de Europa ante el asedio ultra que hoy las amenaza, sin poner sobre la mesa y defender a ultranza los valores que dieron lugar a la Unión.
No es difícil entender que lo que busca la internacional del odio, es reventar el proyecto europeo, ya sea desde el núcleo de las potencias imperialistas o desde sus satélites, infiltrados en la democracia presentando batalla desde dentro.
En el mismo corazón de la Unión Europea hay una guerra abierta, pero se libran otras guerras contra los derechos humanos a través de un bloque internacional, con actores como Viktor Orbán, Alice Weidel o la ultraderecha española, que reivindican el fascismo, el machismo o la LGTBIfobia y amenazan los fundamentos de la Unión.
La incapacidad para neutralizar la oleada ultra que devora a Estados europeos enteros es muestra de debilidad, como lo es la respuesta tibia a la guerra comercial de Trump o la actitud timorata y cobarde ante el genocidio perpetrado por Netanyahu en Gaza.
Hay que parar el carro que se nos descarrilla por el neoliberalismo, la austeridad y la cobardía y retomar el camino de la paz y los derechos. Hay que ponerle freno al matonismo y a los discursos de odio, y defender a ultranza la naturaleza social, democrática y pacifista de Europa, sin concesiones, sin ambages, con el orgullo de ser referente de una democracia social en lo que lo colectivo, lo público, prime sobre los egoísmos nacionales.
Hay que plantar cara a la guerra comercial de Trump desde Europa defendiendo a sus trabajadores y trabajadoras y a su industria. La UE tiene instrumentos, y urge que active el Instrumento contra la Coerción Económica, aprobado para enfrentarse al chantaje y ataque de países terceros, y que hoy en día sigue sin ser siquiera mencionado por una Comisión Europea. Si queremos ser contundentes en la respuesta utilicemos la Ley, expropiemos, por ejemplo, a las empresas americanas y a sus fondos buitres las viviendas que tienen en Europa para dar una oportunidad alojativa a la población europea. Seamos valientes. Solo tocando el bolsillo del que nos ataca, seremos creíbles.
Pero en vez de eso, la UE vive entregada a un discurso militarista de difícil encaje en una Unión nacida para evitar la guerra. Se busca enemigo que justifique el enorme gasto militar que va a llevar a cabo Europa ¿Qué sentido tiene seguir siendo vasallos de la OTAN, comprometer nuestro gasto social en un rearme ante un enemigo imaginario? Ahora EEUU nos pide gastar en armas el 2% de nuestro presupuesto, esta semana ya se hablaba del 3%, ¿cuál es el límite, quien lo decide, pero, sobre todo, para qué?
Y este marco de guerra comercial, de discurso belicista, de debilidad de los acuerdos internacionales, las instituciones europeas deben asumir como prioridad, un tema clave y sobre todo, urgente, plantar cara al genocidio en Gaza.
Ningún proyecto de integración basado en los Derechos Humanos puede mantener relaciones comerciales ni diplomáticas con un Estado como Israel, que tiene como objetivo declarado el exterminio del pueblo palestino y la conquista de su territorio. Un Estado que asesina a niñas y niños todos los días, que bombardea hospitales y escuelas, que viola todas las normas internacionales de forma impune, debe encontrar en la UE el mayor de los rechazos. Rompamos de una vez los acuerdos comerciales con Israel, sancionemos a sus dirigentes como se ha hecho con Rusia, aislémosles cultural y deportivamente, como hemos hecho con quien invadió cobardemente Ucrania.
Pero no, Europa se calla incluso cuando se ataca a la Flotilla de la Libertad, rumbo a Palestina para defender su integridad y sus derechos, cerca de Malta, en aguas europeas, a sólo 17 kilómetros de las costas de un estado miembro. Y ante eso, silencio.
Pero si Gaza pierde, pierde Europa y pierde la Humanidad. Cuando hemos permitido que un Estado atraviese todas las líneas rojas, es imposible pararlo, y la Unión ha sido un enano político con Israel.
Si nuestras administraciones no son capaces de aprender de la Historia, debemos recordárselo como pueblo. Un pueblo europeo unido valiente, apostando por un país de países, por una Europa diversa, que apueste por la sostenibilidad, integradora, pacifista y democrática.
Seamos un pueblo europeo insumiso ante el rearme, ante el odio, ante el negacionismo del cambio climático, ante la pérdida de nuestros valores y defendamos que otra Europa es posible.

You may also like

Leave a Comment

nueve + 1 =

CN8 Noticias Canarias
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.