En un operativo llevado a cabo esta semana, la Policía Canaria ha procedido al desamparo de un menor de un año que vivía en condiciones de extrema precariedad en una azotea en Arona, Tenerife.
Según el informe compartido por el Cuerpo General de la Policía Canaria a través de sus redes sociales, el niño residía en esta azotea junto a su madre y la pareja de esta, quienes aparentemente utilizaban el espacio como lugar de pernoctación.
El menor ha sido trasladado a un lugar seguro, y se ha notificado el caso a la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia, así como a la Fiscalía de Menores, para iniciar los procedimientos legales pertinentes.
Las imágenes difundidas por la Policía muestran las deplorables condiciones en las que vivía el niño, con colchones y palés dispuestos de manera improvisada sobre el suelo de la azotea, lo que subraya la situación de riesgo a la que estaba expuesto.
La actuación de las autoridades ha generado diversas reacciones en las redes sociales, con usuarios expresando tanto su preocupación por la situación del menor como su apoyo a las medidas adoptadas por las fuerzas del orden para garantizar su protección.
Este caso pone de manifiesto una vez más la importancia de la vigilancia y protección de los menores en situaciones de vulnerabilidad, así como la necesidad de continuar trabajando en conjunto con los servicios sociales para evitar que este tipo de situaciones se repitan.