La MetroGuagua circularía en su totalidad en la zona baja de la ciudad y conectaría la zona sur de la misma con la península de La Isleta.
Un recorrido de escasamente 11,7 km en casi una hora, que viene a solapar el trayecto de la línea 12 que realiza un recorrido urbano paralelo en unos diez minutos, conectando diversas líneas que dan juego al tránsito entre la zona baja y la alta de la ciudad y sin la necesidad de realizar obras o reducir la capacidad de las vías interiores de la zona baja.
La zona baja de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria desde hace décadas no ha tenido problemas significativos de transporte público. Es la zona mejor conectada de la ciudad por el servicio de Guaguas Municipales. Sin embargo, el gobierno municipal del Partido Popular y posteriormente gobierno municipal de izquierdas (PSOE, Nueva Canarias y Podemos) presentaron para esa zona el proyecto de la MetroGuagua.
Esa transformación urbanística está ocasionando desde que comenzó en junio de 2017 un grave perjuicio a los ciudadanos. Las continuas obras y la incertidumbre en la fecha de finalización de las mismas, alteran la vida de los residentes de esas zonas y han afectado gravemente a los comercios de las zonas afectadas.
Los grandes problemas de movilidad que tiene la ciudad, que no sólo seguirán sin resolverse sino que empeorarán, son la congestión de El Sebadal, Torre Las Palmas, Tamaraceite o en la glorieta de Lomo Blanco para ir a la universidad, así como las conexiones con barrios como Las Mesas, Piletas o Isla Perdida entre otros. El presupuesto inicial de unos 100 millones está a punto de ser duplicado hasta los 200 millones de euros.
Por todo ello el grupo municipal Vox de Las Palmas de Gran Canaria, presentó una moción a través del concejal y portavoz, Alberto Rodríguez Almeida, para paralizar y desmantelar de forma urgente, el proyecto de la MetroGuagua, considerando cuáles de las obras ya realizadas deberían ser restituidas para recuperar la capacidad y normalidad de las vías afectadas y qué obras podrían ser conservadas por representar una mejora o, al menos, no significar un perjuicio grave para la movilidad, así como buscar soluciones para vender o reasignar el equipamiento que no pueda ser devuelto.
A pesar de que la moción fue rechazada por todos los grupos políticos, Vox seguirá insistiendo en la planificación y ejecución de medidas e inversiones que sean necesarias para atender los problemas reales de congestión de tráfico y de transporte público que sufren los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria.
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